
‘Un actor malo’, la película mexicana más brutal del año
Redacción | V+ Noticias
Ciudad de México. Sandra (Fiona Palomo) y Daniel (Alfonso Dosal) son los protagonistas de una película que se está rodando en la Ciudad de México, y cuando los conocemos, hay cierto nerviosismo por una escena de sexo que se está a punto de filmar. Cuando por fin llega el momento, la escena parece salirse de control, y Sandra acusa a Daniel de haberla violado.
Voy saliendo de ver #UnActorMalo, y de verdad salí en shock. ¡Tienes que verla!
— Cinépolis (@Cinepolis) April 2, 2024
Conoce más detalles de la premiere aquí con mis amigos de @Paloma_Nacho: https://t.co/QLwNy04ns2 pic.twitter.com/NENXvcmsnB
Un Actor Malo sigue los acontecimientos posteriores a este suceso prácticamente en tiempo real, con los diferentes integrantes del equipo de producción reaccionando de formas distintas. Y mientras una desencajada Sandra permanece sentada en el mismo lugar y en la misma posición, todo alrededor es un caos.
Hoy se estrena “Un Actor Malo” de Jorge Cuchí y les recomiendo que no se pierdan esta JOYA de película. @AlfonsoDosal / Fiona Palomo y todo el elenco están BRUTALES! Que increíble ver cosas tan increíbles en nuestras pantallas 🇲🇽
— Mabel Cadena (@MMabelCadena) April 4, 2024
Corraaaa @CinepolisDist @CatatoniaMx pic.twitter.com/rzFm4c4CWr
El director y guionista Jorge Cuchi pinta un cuadro bastante realista de cómo una situación como esta podría desarrollarse en el mundo real y, durante más de dos horas, mantiene al espectador firmemente en su mano mientras las diferentes caras de sus personajes salen a la luz. El trabajo de Palomo, sobre todo, es realmente sobrecogedor, y aunque la película se llega a tornar algo reiterativa, es ella quien la ancla con su poderosa actuación.
Cuchi, cuya ópera prima fue la galardonada 50 (o Dos Ballenas se Encuentran a la Playa) (2020), no es ajeno a actos finales controversiales y oscuros. Sin entrar en detalles, su nueva película da un giro bastante radical hacia el final también, y si bien todo lo que pasa es (o podría ser) plausible, la forma en la que está presentado se siente sumamente apresurada y hasta sensacionalista, rompiendo con el extraordinario control que la película llevaba hasta ese momento.
Dicho esto, la película busca provocar y concientizar, y lo logra. También busca promover la seguridad en los sets de filmación, especialmente con la figura de los coordinadores de intimidad. Y si bien sus minutos finales se van por otro lado y tocan temas que merecían más profundidad, Cuchi se vuelve a alzar aquí como una voz singular en el cine mexicano actual.
“¿Por qué no gritaste?”, se repite una y otra vez. Un eco inquietante que debe despertar conciencias.

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