Trump y Starmer sellan pacto comercial entre EU y Reino Unido para reducir aranceles

Redacción | V+ Noticias

Washington, Estados Unidos. En un anuncio calificado como un hito por sus protagonistas, el Reino Unido y los Estados Unidos formalizaron un acuerdo comercial que permitirá eliminar y reducir significativamente varios de los aranceles más onerosos impuestos recientemente por la administración del presidente Donald Trump.

Esta resolución, según lo declarado por el primer ministro británico Keir Starmer, preservará miles de empleos en sectores estratégicos como la industria automotriz y la siderurgia.

Durante una comparecencia ante los trabajadores de la planta de Jaguar Land Rover en Solihull, Starmer afirmó que se trataba de un “día fantástico e histórico”. Este convenio representa la primera concesión formalizada por la Casa Blanca desde que Trump implementó una oleada de aranceles a nivel mundial el mes pasado.

El líder laborista señaló que dicho acuerdo ha salvaguardado fuentes de trabajo que estaban gravemente comprometidas en las industrias del acero y la automoción.

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El secretario general del Congreso de Sindicatos (TUC, por sus siglas en inglés), Paul Nowak, expresó que el pacto “nos aleja del abismo y muchos trabajadores respirarán aliviados como resultado”.

No obstante, algunos críticos advierten que el pacto ha omitido abordar aranceles elevados que aún persisten entre ambas naciones. John Denton, secretario general de la Cámara de Comercio Internacional, aseveró que “la realidad es que los aranceles estadounidenses a las exportaciones del Reino Unido siguen siendo significativamente más altos que a comienzos del año”.

Asimismo, subrayó que aún no está claro el destino de sectores no incluidos explícitamente en el acuerdo, como el farmacéutico.

Estados Unidos acordó eliminar por completo el arancel del 25 por ciento que gravaba las exportaciones británicas de acero y aluminio.

Esta medida representa un respiro para la industria siderúrgica del Reino Unido, cuyo mercado estadounidense es esencial y cuya subsistencia pendía de un hilo. También se recortará el impuesto sobre hasta 100 mil automóviles británicos exportados a EU, reduciéndose del 27.5 inicial a un 10 por ciento.

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El mercado estadounidense constituye el principal destino de los vehículos producidos en el Reino Unido, con un valor superior a los nueve mil millones de libras esterlinas el año pasado.

Washington se comprometió a otorgar “trato preferencial” a la industria farmacéutica británica, a pesar de que Trump también ha amenazado este sector con nuevos gravámenes, los cuales aún no se han concretado.

Del mismo modo, los fabricantes aeronáuticos estadounidenses obtendrán acceso preferente a componentes británicos de alta calidad; sin embargo, un arancel base del 10 por ciento sobre la mayoría de los bienes permanecerá vigente.

También causó alivio la inclusión de los ganaderos británicos de carne de res, quienes ahora podrán acceder al mercado estadounidense, uniéndose a un reducido grupo de países como Australia.

De manera recíproca, los agricultores estadounidenses recibirán acceso a los mercados del Reino Unido. Starmer aclaró que esta medida no implicará una reducción de los estándares alimentarios británicos, por lo que continuará prohibida la importación de carne vacuna tratada con hormonas o pollo clorado.

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