Keir Starmer es el nuevo primer ministro del Reino Unido
Redacción V+ Noticias
Londres, Inglaterra. «Lo logramos», dijo el nuevo primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, en declaraciones durante un mitin de victoria dentro del imponente Turbine Hall del museo de arte Tate Modern, en el centro de Londres, este viernes por la mañana. «El cambio comienza ahora».
El Partido Laborista de Starmer acaba de expulsar a los conservadores del poder, después de ganar unas elecciones aplastantes. El ente político consiguió su más grande mayoría parlamentaria desde la época de primer ministro de Tony Blair hace un cuarto de siglo.
Cinco primeros ministros conservadores consecutivos, coronados por Rishi Sunak,habrían sidomás que suficientes para una nación donde el liderazgo últimamente ha sido una “puerta giratoria con exceso de cafeína”, en opinión del medio USA Today.
Starmer es el cuarto primer ministro del país en menos de dos años.
«Ahora podemos mirar hacia adelante y caminar hacia la mañana», dijo Starmer, bajo el resplandor de las cámaras a las 5 de la mañana, mientras prometía trabajar por tiempos mejores en Gran Bretaña.
«La luz del sol de la esperanza, pálida al principio, pero que se hace más fuerte a medida que avanza el día, brilla una vez más sobre un país que tiene la oportunidad, después de 14 años, de recuperar su futuro».
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Mientras Starmer hablaba en el interior sobre la posibilidad de tierras altas iluminadas por el sol. Afuera amenazaba lluvia, un recordatorio de que Gran Bretaña es, para mucha gente, lo que el columnista de opinión Andrew Marr dijo de su país en un artículo reciente para la revista The New Statesman: una nación «golpeada, desmoralizada y condición de ruido».
A pesar de 14 años en el gobierno, dicen los economistas, los conservadores no lograron ningún crecimiento económico notable. Una promesa arrogante de sacar a Gran Bretaña de la Unión Europea para «recuperar el control» de la inmigración fracasó.
El ingreso de ilegales es ahora mayor que antes del Brexit.Los servicios de bienestar del país están pasando apuros. No hay suficientes profesores. El sistema penitenciario es un desastre. El público se siente agotado por el escándalo y la división. Son pocos los miembros de las clases trabajadora y media que se sienten optimistas acerca de sus perspectivas.
«El país está en un estado completo y absoluto, y la gente no ha sido sincera al respecto», dijo la baronesa Louise Casey, una exfuncionaria británica que ha asesorado a los gobiernos laborista y conservador sobre diversas cuestiones de bienestar social, así como sobre la reforma policial.
Casey habló en un evento electoral el jueves por la noche en el King’s College de Londres. Es miembro de la Cámara de los Lores, la segunda cámara no electa de Gran Bretaña, que examina la legislación.
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La comparación con la última vez que los laboristas ganaron de manera aplastante, las elecciones de 1997 que marcaron el comienzo del mandato de Blair, no podría ser más contrastante. «Ha amanecido un nuevo amanecer, ¿no es así?», dijo Blair alegremente mientras se dirigía a una multitud de simpatizantes que lo vitoreaban, mientras el sol salía sobre Londres cuando ganó esa votación para los laboristas.
Además, más de una década de gobierno conservador en Gran Bretaña estaba llegando a su fin repentino y abrupto. De la noche a la mañana, el panorama político británico se transformó. La de Blair fue la mayor mayoría de cualquier gobierno laborista de todos los tiempos. Un récord de seis miembros del gabinete conservador, todos grandes del partido, perdieron sus escaños.
En cuestión de meses, el país cambió en aspectos grandes y pequeños: la soberanía de Hong Kong fue transferida nuevamente a China. Se dieron pasos importantes que condujeron al Acuerdo del Viernes Santo: la paz en Irlanda del Norte. La posesión privada de armas fue prohibida casi por completo tras un tiroteo en una escuela en Dunblane, Escocia. Diana, princesa de Gales, murió en un accidente automovilístico en París.
Pero a diferencia de ahora, la economía británica hace 27 años estaba en auge. Sus mercados financieros desregulados eran la envidia de Europa. El empleo iba en aumento. Las huelgas de trabajadores que habían dominado el mandato de Margaret Thatcher cuando los conservadores vendieron las industrias nacionalizadas del carbón y el acero a propietarios privados eran un recuerdo lejano.
Blair era bullicioso y cinético, mientras que Starmer es gerencial y gris.
Aun así, Starmer, un exabogado de derechos humanos de 61 años con gafas cuya oratoria provoca más somnolencia que esperanza, puede ser más lo que Gran Bretaña necesita, según politólogos y exfuncionarios.
📣 ¡Noticias desde Londres!
— Embajador Británico – George Hodgson (@HodgsonGeorge) July 5, 2024
Tenemos un nuevo Primer Ministro en el Reino Unido 🇬🇧
📌 Esta mañana, Keir Starmer se presentó ante el Rey Carlos III, quien le pidió que conformara un nuevo gobierno, que comienza su trabajo hoy. pic.twitter.com/GqeTduQ8Y7
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