Acude Silvia Pinal a show de Alejandra Guzmán
Jacqueline Ponce León | Agencia Reforma
Ciudad de México. La Arena Ciudad de México «ardió» cuando Alejandra Guzmán agradeció la presencia de su mamá, la primera actriz Silvia Pinal, quien disfrutó desde un palco ubicado en el centro del centro su concierto Reynísima, con el que celebra 35 años de trayectoria.
«Esta luna va a brillar, pero por toda la luz que hay aquí adentro. Gracias por estar aquí esta noche tan especial. Aquí está mi madre, quien me dio la vida, y vamos a disfrutar esta noche«, dijo la cantante.
«Gracias, mami, por estar aquí, por darme la vida y enseñarme cómo debo ser en el escenario», agradeció en otro momento de la noche.
A las 21:25 horas, sus bailarines salieron marchando con banderas medievales, mientras ella se postraba en el trono al centro del escenario, arrancando su velada rockera frente a 12 mil personas, según cifras de los organizadores.
«Buenas noches, México», gritó Guzmán con su voz grave, antes de cantar Reina de corazones.
La Guzmán lució un body dorado con transparencias, con brillos sobre los hombros; botas negras largas, con el cabello corto en tonos cobrizos, con las puntas hacia arriba. Sus fans, en su mayoría mujeres, portaban coronas con luces led.
«Es lindo cuando todavía es jueves y tienes tres días más para seguirla. Aplauso para esas ovejas negras de la familia. Yo me identifico con ustedes porque soy mala influencia, y bien desm***. En la noche nos salen alitas, y eso es signo de que es hora de volar», aseguró antes de cantar Mala hierba y cambiar su vestuario a una camisa negra holgada.
Acompañada de cuatro bailarines con pantalones de cuero negro y cadenas plateadas, la cantante hizo una coreografía sensual con una silla para Guante de seda. La rodearon con sus manos y le quitaron la camisa, dejándola con un body negro con brillos.
Sonaron las notas de Loca en saxofón y la rockera bailó frente a una pantalla blanca, y su silueta se veía a contraluz.
«Siempre quise hacer algo en el escenario. Ponía a mi público en la sala y les cobraba un centavo», recordó.
Guzmán subió a una plataforma con globos rojos, que formaban un corazón, y una corona al centro para cantar de cerca a su público Mírala, míralo y Ruge el corazón.
Con el dúo Río Roma, invitado especial de la noche, interpretó su éxito Un día de suerte«. Sonaron también Ten cuidado con el corazón, Hey, güera y Yo te esperaba, que dedicó a las madres.
Como homenaje a su papá, Enrique Guzmán, la cantante salió en moto, vestida de cuero negro, para interpretar un popurrí con temas clásicos de rock and roll, como La plaga, Popotitos y No seas cruel.
El festejo rockero de La Guzmán terminó con Hacer el amor con otro, donde se sentó al filo del escenario para cantar de cerca a sus fans; después, uno de sus chicos de la producción la cargó para llevarla a las gradas y los abrazó; le dio el micrófono a alguien del público.
«Gracias por estar con nosotros tantos años. Que Dios te bendiga y te devuelva a Frida«, le dijo su fan antes que terminara con Eternamente bella.
Te puede interesar: Justicia española busca a Alejandro Sanz; podría ir preso