Denuncia el filme ‘Blanquita’ la explotación infantil
Gladys Denisse Tello Echeverria – Agencia Reforma
Ciudad de México. Blanca (Laura López) habita en un hogar de menores de edad a cargo del cura Manuel (Alejandro Goic), quien hace público un escándalo que involucra a varios niños, figuras políticas y empresarios que participan en fiestas sexuales.
Inspirada en el caso Spiniak, el proceso judicial contra una red de explotación sexual infantil y pedofilia en Chile durante la década de los 2000, Blanquita es una denuncia social que fue escrita y dirigida por Fernando Guzzoni y producida por Pablo Zimbrón.
«Cuando hice la investigación del caso, me pareció impresionante el papel del testigo clave. Una de las razones por las que decidí hacer la película fue por el carácter subversivo de esta mujer… Me pareció interesante cómo esta mujer joven instalaba la justicia de manera ortodoxa», dijo Guzzoni, en conferencia de prensa desde la Cineteca Nacional, bajo la moderación de Arturo Magaña.
Las miradas públicas caen sobre Blanca y se vuelve una testigo fundamental en el caso; sin embargo, conforme avanzan los días y le hacen más preguntas, su historia se vuelca en el escándalo.
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En Blanquita se hace una indagación sobre la interpretación de la verdad, la ética difusa y sobre la vida de una chica que su vida se vio mermada por la violencia de las calles e instituciones.
Para su investigación, Guzzoni conversó con psicólogas que trataron a la víctima original del caso Spiniak, así como otras personas que formaron parte de la red de explotación sexual infantil.
«Con Laura, para interpretar a Blanca, nos pusimos a analizar cómo era el centro de la verdad con el que se movía ese personaje. Hay una dimensión de ella que le reclama atención, ser escuchada como persona, y, de alguna manera, la tragedia le ayuda a acceder a eso. No quise mostrar un ángulo victimizante. Hubo una decisión desde donde miramos al personaje», reflexionó Guzzoni.
El elenco de la cinta cinematográfica está compuesto por Ariel Grandón (Carlos), Amparo Noguera (Piedad), Nicolás Durán (Marcos), Daniela Ramírez (Fiscal Lagos) y Marcelo Alonso (Fiscal Herrera).
«Es un caso muy crudo. La valía que tiene Fernando nos habla a los diferentes países latinoamericanos con lo que tenemos en común, en que el poder es tan abrumador y aplastante. El espíritu que encontré en ese guion creó un impacto porque lo desarrollaba como un thriller que va descubriendo capas en los personajes.
«La parte de que la película incomode es lo que tenga ese diálogo. Es exponer lo que está pasando y tratar de cambiar las cosas. La película no tiene la intención de ser reflexiva o dar una moraleja, se trata de exponer los hechos. Incomodar al público es lo que tiene valor», agregó Zimbrón.
Blanquita es una coproducción entre Chile, Francia, México, Luxemburgo, Polonia y Netflix. Durante su estreno en el Festival de Cine de Venecia recibió el premio Orizzonti a Mejor Guión. La cinta fue elegida para representar a Chile en la selección de cintas extranjeras en los Óscar 2023.
La historia gira alrededor de la tragedia de las víctimas y los prejuicios sociales, la impunidad de la gente con poder, las carencias del sistema judicial y la corrupción política. También muestra el papel que juegan la Iglesia y la ética periodística en los medios de comunicación.
La película se estrenará el próximo 13 de julio, en la Cineteca Nacional, y en más de 30 salas de arte en los cines del país.