Trump arremete contra ABC y NBC por emitir “malas historias” sobre él; pide revocar licencias
Washington, 25 de agosto de 2025. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó su ataque contra los medios de comunicación al solicitar a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) la revocación de las licencias de las cadenas ABC y NBC. En un mensaje difundido a través de redes sociales, Trump acusó a ambas emisoras de emitir “malas historias” sobre su administración y de ser parciales en su cobertura informativa. Sostuvo que, según la opinión de muchos, las licencias deberían ser revocadas por la FCC debido a su falta de imparcialidad y veracidad.
Trump también sugirió que las emisoras deberían pagar millones de dólares en concepto de derechos de licencia por el uso del espectro radioeléctrico. Esta propuesta se alinea con declaraciones previas de su asesor, David Sacks, quien en octubre del año pasado propuso subastar el espectro utilizado por las redes y destinar los ingresos a reducir la deuda nacional.
La FCC, una agencia federal independiente, es responsable de conceder licencias de ocho años a emisoras individuales, no a cadenas completas. En respuesta a las críticas, el presidente de la FCC, Brendan Carr, ha indicado que la agencia está tomando medidas para investigar a las cadenas de medios. Sin embargo, Carr también ha sido criticado por algunos sectores que consideran que sus acciones podrían interferir con la libertad de prensa garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
El mes pasado, la FCC aprobó la fusión de 8.400 millones de dólares entre Paramount Global, matriz de CBS, y Skydance Media, después de que Skydance accediera a garantizar que la programación de noticias y entretenimiento de CBS estuviera libre de prejuicios y a contratar a un defensor del pueblo durante al menos dos años para revisar las quejas. Esta decisión ha sido vista por algunos como un precedente que podría influir en futuras regulaciones sobre la cobertura mediática.
La solicitud de Trump se produce en un contexto de creciente tensión entre la administración y los medios de comunicación. La Casa Blanca ha acusado repetidamente a ciertos medios de difundir información falsa y de ser despectivos hacia su gobierno. Por su parte, los medios afectados defienden su derecho a una cobertura crítica e independiente, argumentando que sus reportajes se basan en hechos verificables y en el interés público.
Además de las críticas a ABC y NBC, Trump ha expresado su descontento con otras cadenas de noticias, acusándolas de sesgo y de no reflejar adecuadamente los logros de su administración. Estas tensiones han avivado el debate sobre el papel de los medios en una democracia y sobre los límites de la libertad de expresión frente a las presiones políticas.
La propuesta de revocar licencias ha generado preocupación entre defensores de la libertad de prensa, quienes temen que pueda sentar un precedente peligroso para la independencia de los medios en Estados Unidos. Organizaciones como la Sociedad de Periodistas Profesionales han instado a la FCC a resistir las presiones políticas y a mantener su compromiso con la protección de los derechos constitucionales.