
Tribunal de Disciplina Judicial endurece controles: no habrá impunidad para jueces corruptos
Ciudad de México, 2 de septiembre de 2025. El Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ) instaló formalmente este martes sus labores con un mensaje claro: sancionará a jueces y magistrados que incurran en corrupción, retraso injustificado o negligencia en la impartición de justicia. La magistrada Celia Maya García, presidenta del organismo, enfatizó que “no se debe tolerar conductas inadecuadas o indolentes” y que la impunidad “es inaceptable”.
La ceremonia de instalación tuvo lugar en la antigua sede del Consejo de la Judicatura Federal, con la presencia de autoridades de alto nivel como los nuevos ministros de la Suprema Corte, Rosa Icela Rodríguez en representación de la presidencia y legisladores. El magistrado Bernardo Bátiz Vázquez, también miembro del TDJ, advirtió que no serán inquisidores, “ni perseguidores de amigos o enemigos”, sino vigilantes imparciales.
Celia Maya hizo hincapié en que el TDJ es una herramienta fuerte de la reforma judicial orientada a combatir la corrupción interna en el Poder Judicial. Señaló que el tribunal actuará en casos de desviación de la función judicial, siempre bajo estándares legales y del debido proceso, defendiendo los derechos humanos.
El nuevo órgano sancionador podrá imponer consecuencias que van desde amonestaciones y multas hasta inhabilitación o incluso remitir casos al Ministerio Público cuando haya indicios de delito, fortaleciendo la rendición de cuentas.
El magistrado Rufino H. León Tovar fue enfático en sus declaraciones realizadas durante el acto: habrá cárcel para jueces corruptos y sanciones severas contra quienes retracen o resuelvan los casos de manera injusta, evidenciando el compromiso con una justicia eficiente y ética.
Este nuevo modelo judicial, que incluye el TDJ y el Órgano de Administración Judicial (OAJ), representa una etapa histórica para el Poder Judicial. Como afirmó Néstor Vargas Solano, presidente del OAJ, se busca una justicia “accesible, transparente, eficiente y profundamente humana”, sin privilegios ni opacidad.
Además, Celia Maya invitó a demostrar que la reforma judicial es “pertinente y exitosa” y debe romper con inercias históricas del sistema. Su mensaje fue claro: la sociedad merece recuperar la confianza en las instituciones judiciales.