Sheinbaum anuncia supercomputadora pública, la más poderosa de América Latina
Ciudad de México, 19 de noviembre de 2025. En su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer el ambicioso proyecto del gobierno: la construcción de una supercomputadora pública que, según su administración, será la más grande de América Latina. Apuntó que este desarrollo forma parte del denominado Plan México y que se firmará un convenio con el Centro de Supercómputo de Barcelona para llevarlo a cabo.
De acuerdo con Jorge Luis Pérez Hernández, coordinador nacional de Infraestructura Digital, la cooperación con el Centro de Supercómputo de Barcelona permitirá que investigadores mexicanos trabajen ya en capacidad de alto rendimiento mientras se instala la infraestructura en territorio nacional. En tanto, el acceso a sus datos y proyectos se mantendrá bajo control del gobierno mexicano, “los datos no estarían en control de nadie más”, aseguró Pérez Hernández.
Según explicó el funcionario, la supercomputadora tendrá aplicaciones en múltiples rubros estratégicos: modelos meteorológicos, procesamiento de imágenes para agricultura, análisis aduanero, evaluación de riesgos y desarrollo de modelos de lenguaje con inteligencia artificial. La capacidad de cómputo, dijo, permitirá procesar datos que las computadoras convencionales no pueden manejar eficientemente, reduciendo drásticamente los tiempos de análisis para problemas urgentes.
Sheinbaum subrayó que será un centro público, no privado, porque considera fundamental que la supercomputadora sea de acceso y propiedad del Estado para garantizar la soberanía de los datos y favorecer a la investigación nacional. Recordó que existen supercomputadoras en universidades como la UNAM o el CICESE, pero que son “pequeñas” en comparación con la que planean construir.
La titular de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), Rosaura Ruiz, adelantó que la nueva supercomputadora mexicana podría ser operativa a partir del próximo año. Estimó que tendrá una capacidad de entre cuatro y cinco petaflops, lo que implica un poder de cálculo muy elevado para desarrollar proyectos de alta complejidad.
En su alocución, la presidenta remarcó la importancia de esta infraestructura para enfrentar desafíos claves del país, como el cambio climático, al permitir mejorar los pronósticos meteorológicos, y en temas agrícolas, al analizar grandes volúmenes de datos satelitales para optimizar el uso de recursos. Añadió que también contribuirá al análisis de datos fiscales y aduaneros, lo cual puede mejorar la eficiencia del SAT y otros organismos públicos.
La construcción del Centro Mexicano de Supercómputo arrancará formalmente en enero de 2026, de acuerdo con las autoridades, y contará con la participación tanto de investigadores del Instituto Politécnico Nacional como de la Agencia de Transformación Digital. El convenio firmado con Barcelona incluye también transferencia tecnológica y formación para expertos mexicanos, con la promesa de mantener bajo custodia nacional la información procesada.