¡Sangriento ataque suicida en Pakistán! Auto lleno de explosivos explota frente a comisaría
Redacción | V+ Noticias
Pakistán. Un atacante suicida detonó su vehículo cargado de explosivos en la puerta principal de una estación de policía en el noroeste de Pakistán la madrugada del martes, matando al menos a 23 soldados, hiriendo a 32 y provocando el colapso de una parte del edificio, dijeron las autoridades.
El ataque, uno de los más mortíferos de los últimos meses en Pakistán, también dañó empresas y comercios cercanos. Un grupo militante recién formado, Tehreek-e-Jihad Pakistan, que se cree es una rama de los talibanes paquistaníes, se atribuyó la responsabilidad del ataque.
El ejército y la policía local dijeron que otros seis atacantes también estuvieron involucrados en el asalto a la comisaría, lo que provocó un tiroteo que duró una hora antes de que los seis murieran.
Se dijo que algunos de los agentes heridos se encontraban en estado crítico y se temía que aumentara el número de muertos. Mohammad Adnan, un alto funcionario de la policía, dijo que las víctimas fueron trasladadas a un hospital local.
Más tarde, el ejército dijo en un comunicado que “las tropas mataron a 27 insurgentes” en múltiples operaciones en la misma región el martes.
El ataque tuvo como objetivo la comisaría de policía de Daraban en la ciudad de Dera Ismail Khan, según el oficial local Kamal Khan. La ciudad está situada en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán y que es un antiguo bastión de los talibanes paquistaníes.
Khan dijo que un gran número de fuerzas de seguridad de todo Pakistán fueron desplegadas recientemente en la estación para operaciones de inteligencia contra militantes en el área en coordinación con la policía local.
La rama militante dijo en su reivindicación de responsabilidad que había atacado a agentes que se encontraban en la comisaría.
Mehrban Khan, propietario de un hotel junto a la comisaría, describió la escena y dijo que vio “muchos soldados del ejército muertos y heridos”.
El presidente paquistaní, Arif Alvi, denunció el ataque y expresó sus condolencias a las familias de los muertos, diciendo que “sus sacrificios no serían en vano” y que tales ataques no debilitarían la determinación de las fuerzas de seguridad.
El ministro interino del Interior de Pakistán, Sarfraz Bugti, también denunció el ataque como un “acto de terrorismo”.
En acontecimientos separados el martes, dos soldados y cuatro insurgentes murieron en un tiroteo en la ciudad de Kulachi, en el noroeste, dijo el ejército.
El aumento de los ataques militantes contra las fuerzas de seguridad paquistaníes (muchos de ellos perpetrados por los talibanes paquistaníes) ha tensado las relaciones entre Islamabad y los gobernantes talibanes de Afganistán en Kabul. Islamabad dice que los talibanes paquistaníes se han envalentonado desde que sus aliados talibanes afganos tomaron el poder del país vecino en 2021. Muchos miembros de los talibanes paquistaníes viven abiertamente en Afganistán y Pakistán quiere su extradición.
Más tarde el martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán convocó a un representante de Kabul designado por los talibanes para protestar por el último ataque en Dera Ismail Khan.
El ministerio dijo que pidió al enviado talibán que transmitiera a sus superiores en Kabul que Islamabad exige que “investiguen a fondo y tomen medidas severas contra los perpetradores” del ataque y también “condenen públicamente el incidente terrorista al más alto nivel”.
Islamabad también pidió “acciones verificables de los talibanes afganos contra grupos terroristas y sus santuarios”.
Khyber Pakhtunkhwa también ha visto un aumento de la violencia con incursiones mortales de militantes este año. En enero, al menos 101 personas murieron, en su mayoría agentes de policía, cuando un atacante suicida disfrazado de policía atacó una mezquita en la ciudad noroccidental de Peshawar.
Dera Ismail Khan se encuentra cerca de Waziristán del Sur, un antiguo santuario militante. El ejército de Pakistán llevó a cabo múltiples operaciones allí después de un ataque en 2014 contra una escuela dirigida por el ejército que mató a más de 150 personas, en su mayoría escolares.
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