San Sebastián exige fin a la masacre en Gaza en gala inaugural del festival
San Sebastián, 19 de septiembre de 2025. El Festival Internacional de Cine de San Sebastián abrió su edición número setenta y tres en el Auditorio Kursaal, en una gala inaugural marcada por un fuerte posicionamiento político en torno al conflicto en Gaza. Organizaciones sociales se concentraron en las inmediaciones del Kursaal con pancartas, banderas palestinas y consignas como “Israel boicot, Palestina libre” y “Netanyahu asesino”, mientras los invitados llegaban por la alfombra roja.
El Comité de Dirección del festival publicó previamente un comunicado en el que condenó de forma inequívoca lo que calificó de “genocidio” y “masacres inimaginables” cometidas por el gobierno de Benjamin Netanyahu contra la población civil en Gaza, asimismo responsabilizó a Israel de violaciones sistemáticas de derechos humanos, incluyendo la muerte de niños, periodistas, trabajadores humanitarios, destrucción de infraestructuras y el uso del hambre como arma de guerra.
En ese mismo comunicado, la dirección del festival exigió un alto al fuego inmediato y la liberación de todos los rehenes secuestrados por Hamás, además de manifestar el deseo de una convivencia pacífica entre los pueblos israelí y palestino.
Durante la gala, figuras destacadas del cine como Pedro Almodóvar, Juliette Binoche y la productora Esther García se sumaron al clamor y expresaron públicamente su solidaridad con Palestina. Almodóvar pronunció el grito “Viva Palestina libre” al entregar el Premio Donostia a García, lo que recibió aplausos del público presente.
Juliette Binoche expresó que esta ceremonia debía ser también un momento de conciencia y transformación, unirse a quienes desean poner fin al dolor y a la crueldad, al tiempo que insistió en la necesidad de despertar ante la crisis humanitaria.
La gala rindió homenaje a la recientemente fallecida actriz Marisa Paredes, figura emblemática del cine español, y al mismo tiempo se visibilizaron símbolos de apoyo a Palestina entre los invitados, algunos de los cuales portaban insignias o prendas alusivas a la causa.
Eduard Fernández, al recibir el Premio Nacional de Cinematografía durante el festival, apareció con un pañuelo palestino sobre los hombros y en su discurso denunció que lo que sucede en Gaza es “una salvajada”, nombró niños asesinados menores de dos años, y pidió que no se ignore la barbarie para conservar la dignidad humana.