Queens of the Stone Age renace entre el dolor y la fuerza del rock
Ciudad de México, 13 de noviembre de 2025. La icónica banda estadounidense Queens of the Stone Age llega a México cerca de cumplir 30 años de trayectoria con un mensaje contundente: transformar el dolor y el miedo en energía y arte. El vocalista Josh Homme reveló que enfrentar un cáncer le permitió “sentir la muerte” de un modo diferente, y que esa experiencia se convirtió en el pulso espiritual que sostiene al grupo.
Durante la promoción del álbum In Times New Roman…, Homme confesó que esta confrontación con su propia mortalidad lo obligó a replantear su música, dando rienda suelta a una visión más honesta y visceral que empuja los límites del rock. En este contexto, Queens of the Stone Age también ofreció un concierto único en las catacumbas de París, convertidas en escenario donde la banda tocó sin público ni amplificadores, rodeados de restos humanos, en un ritual que redefinió su concepto escénico.
El guitarrista Troy Van Leeuwen comentó que esa experiencia les permitió explorar una dimensión de la música donde la muerte ya no es tabú, sino catalizador de creación: “Estar ahí abajo fue como mirarte al espejo sabiendo que todo termina. Pero también que, mientras estés vivo, tienes que tocar con todo lo que eres”. En México, el público se prepara para recibir este enfoque catártico y de alto voltaje emocional la noche de su presentación en el Corona Capital, donde se espera uno de los momentos más intensos de la edición.
Desde su origen en 1996, Queens of the Stone Age ha transitado por el hard rock, la psicodelia y el stoner rock, fundando un legado que hoy fusiona furia, melancolía y celebración. Este retorno a México simboliza no sólo una gira más, sino un testimonio vivo de cómo el arte puede sanar heridas propias y ajenas, convirtiendo la experiencia de vida en algo compartido con el público.
En palabras de Van Leeuwen, México tiene “una energía distinta, como si la gente tocara contigo desde abajo del escenario”, lo que anticipa una conexión intensa entre la banda y sus seguidores. Al darlo todo en cada concierto, la agrupación reafirma que cada aparición es un rito de renovación, un acto donde el dolor se transmuta en energía, y la música adquiere una dimensión transformadora.