Philip Rivers se despide oficialmente como Charger

Los Ángeles, California, 22 de julio de 2025. Philip Rivers, legendario mariscal de campo, anunció hoy que se retira oficialmente como miembro de los Chargers, la franquicia en la que se formó y consolidó durante dieciséis temporadas.

En un video emotivo difundido por la organización, Rivers expresó su gratitud y reveló que “siempre quiso” concluir su carrera como parte de los Chargers, resaltando los vínculos profundos que lo unieron al equipo y a sus aficionados.

El anuncio contó con la presencia especial de cuatro de sus ex compañeros de línea ofensiva —Nick Hardwick, Kris Dielman, Marcus McNeill y Jeromey Clary— quienes se sumaron a la revelación como gesto de reconocimiento por su trayectoria.

Rivers, ocho veces seleccionado al Pro Bowl, ostenta casi todos los récords históricos de los Chargers: con 59 271 yardas por pase, 397 touchdowns, 4 908 pases completos y 123 victorias en 228 encuentros .

Su impresionante racha incluye 224 titularidades consecutivas, la segunda mejor marca para un mariscal de campo en la historia de la NFL, y lo posiciona como segundo en victorias entre QBs sin anillo de Super Bowl.

Aunque no alcanzó un título de liga, Rivers lideró al equipo a seis apariciones en postemporada, incluyendo la final de la AFC en 2007, y fue reconocido como el NFL Comeback Player del Año en 2013.

Tras su retiro en 2021, finalizó su carrera activa con los Colts, pero en este momento dio el paso decisivo para sellar su legado con los Chargers, regresando a casa para escribir el último capítulo de su camino profesional.

Rivers, de 43 años y originario de Alabama, culmina su carrera con 63 440 yardas y 421 touchdowns en la NFL, ubicándose en el top 6 histórico en ambas categorías, dejando un legado imborrable tanto para la franquicia como para la liga.

Con este anuncio concluye una era emblemática de los Chargers. Su número 17 destaca no solo por los récords, sino por el espíritu competitivo y la personalidad que Rivers impuso en cada jugada, dejando una huella imborrable en San Diego, Los Ángeles y la NFL entera.