
Ordenan a Profepa garantizar restauración ambiental en caso Adamar en Tulum, Quintana Roo
Tulum, Quintana Roo, 19 de agosto de 2025. Un juzgado federal ha ordenado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) garantizar la restauración ambiental en el caso del desarrollo inmobiliario Adamar, ubicado en la bahía Solimán, en el municipio de Tulum. La sentencia, emitida el 18 de agosto, responde a un juicio de amparo promovido por la Asociación Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), que denunció la omisión de Profepa en la ejecución de medidas correctivas tras los daños causados al ecosistema de duna costera.
La resolución judicial establece que Profepa debe asegurar la demolición de la construcción y la restauración del ecosistema afectado, que abarca 731.80 metros cuadrados de duna costera, hábitat de especies protegidas como tortugas marinas y aves. Además, se ordena a la autoridad ambiental hacer efectivas las sanciones económicas impuestas y dar seguimiento a la querella penal presentada ante la Fiscalía General de la República por delitos ambientales.
Mónica Huerta, integrante de DMAS, destacó que este fallo reafirma el derecho de los ciudadanos a un ambiente sano y la obligación del Estado de garantizarlo. Señaló que la sentencia incorpora principios internacionales de protección ambiental, que obligan a actuar cuando existe incertidumbre ante riesgos de daños irreversibles. Asimismo, indicó que este precedente podría permitir que otros ciudadanos interpongan amparos en casos similares.
El juez federal otorgó a Profepa un plazo máximo de 35 días hábiles para cumplir con la sentencia, contados a partir del día siguiente en que surta efectos la notificación. En caso de que la autoridad no presente un recurso de revisión en el lapso establecido, la sentencia quedará firme y será obligatoria su ejecución.
El desarrollo Adamar es un conjunto habitacional de 24 departamentos y penthouses que se edificó sin los permisos correspondientes en la zona de Tankah, en la bahía Solimán. La construcción fue detectada por Profepa en 2024, que concluyó que causó daños al ecosistema de duna costera. Como consecuencia, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó la autorización de impacto ambiental solicitada por la empresa y ordenó la restauración del área afectada.
La sentencia representa un precedente en la defensa del medio ambiente en México, al reforzar el papel de los ciudadanos y las organizaciones civiles en la vigilancia y protección de los ecosistemas. Además, subraya la responsabilidad de las autoridades ambientales en la ejecución de medidas correctivas y la sanción de los responsables de daños ecológicos.
El caso Adamar se suma a otros desarrollos inmobiliarios en la región que han sido objeto de controversia por sus impactos ambientales. La creciente presión turística y la expansión urbana en la Riviera Maya han generado preocupaciones sobre la conservación de los ecosistemas costeros y la biodiversidad local.