
Occidente libera armas de largo alcance contra Rusia
Redacción | V+ Noticias
Berlín.— En un giro estratégico que marca un antes y un después en la guerra de Ucrania, el canciller alemán Friedrich Merz anunció este lunes que Occidente ha eliminado todas las restricciones de alcance para las armas entregadas a Kiev, permitiéndole atacar objetivos militares dentro de Rusia. La decisión, respaldada por Estados Unidos, Francia y Reino Unido, desató una inmediata condena del Kremlin, que la calificó de “peligrosa provocación”.
“Ucrania puede ahora defenderse atacando posiciones rusas en territorio enemigo. Es una necesidad estratégica“, declaró Merz en una entrevista con la televisión pública WDR. El anuncio rompe un tabú mantenido durante años por el exjefe de gobierno Olaf Scholz, quien vetó el envío de misiles Taurus (capaces de alcanzar blancos a 500 km) por temor a una escalada nuclear.
Germany, the United Kingdom, France and the United States no longer impose restrictions on how far Ukraine can strike with Western-supplied weapons, German Chancellor Friedrich Merz said.https://t.co/jwY38QRx89
— The New Voice of Ukraine (@NewVoiceUkraine) May 26, 2025
Moscú no tardó en reaccionar. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, advirtió que la medida “sabotea las negociaciones de paz y acerca el conflicto a un punto de no retorno”. El mensaje llega en un momento crítico: Ucrania busca contener el avance ruso en Járkov mientras Occidente acelera el suministro de sistemas de alta precisión.
Aunque Merz evitó confirmar si Berlín enviará los polémicos misiles Taurus, su discurso refleja un cambio de doctrina: “No revelaremos qué armas entregamos. Es una ventaja táctica”. Analistas coinciden en que la postura alemana, sumada al reciente paquete de ayuda militar estadounidense, podría inclinar la balanza en el campo de batalla.
¿Juego de poder o riesgo calculado? Mientras Kiev celebra la noticia como un “paso hacia la victoria”, la OTAN enfrenta un dilema: fortalecer la defensa ucraniana sin desencadenar una respuesta directa de Moscú. La sombra de la escalada global planea sobre cada decisión.

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