
Nueva Corte acuerda tres ceremonias de apertura y recibirá bastón de mando de pueblos indígenas
Ciudad de México, 5 de agosto de 2025. La recién integrada Suprema Corte de Justicia de la Nación acordó este martes llevar a cabo tres ceremonias protocolarias para dar inicio a sus actividades, en un acto catalogado como de respeto institucional y diálogo entre poderes, que incluirá la entrega del bastón de mando por parte de pueblos indígenas y afromexicanos. Este acto marca un nuevo periodo de encuentro entre la Corte y las comunidades originarias del país.
La primera ceremonia será la toma de protesta de los nuevos ministros ante el Senado de la República, mientras que la segunda consistirá en una sesión solemne de instalación dentro de la Suprema Corte, en la que se formaliza el inicio del mandato judicial. La tercera ceremonia, de carácter simbólico y cultural, incluirá la tradicional entrega del bastón de mando, gesto que refuerza el respeto hacia los pueblos indígenas y su cosmovisión.
Este bastón, un emblema de autoridad política y espiritual en comunidades indígenas, será otorgado a los ministros como símbolo de reconocimiento colectivo, sabiduría ancestral y compromiso con la justicia comunitaria. La ceremonia subraya la legitimidad indígena de las nuevas autoridades judiciales y su intención de abrir canales de diálogo más inclusivos.
Hugo Aguilar, próximo presidente de la Corte, anunció que estas ceremonias pretenden incluir el bastón de mando dentro del protocolo institucional, reconociendo su valor simbólico como puente con los pueblos originarios del país.
La inclusión de este acto ceremonial representa un gesto de apertura por parte de la Corte hacia la interculturalidad, y refleja el compromiso institucional de reconocer y convocar a representantes indígenas y afromexicanos en espacios de poder judicial.
Líderes comunitarios han señalado que el bastón de mando simboliza valores esenciales como la justicia, el equilibrio y la armonía, por lo que su entrega a la Corte podría promover un enfoque más plural en la impartición de justicia.
El nuevo protagonismo de las ceremonias de apertura, articuladas en tres actos protocolarios, marca un precedente institucional que combina formalidad jurídica con reconocimiento cultural, reforzando el papel de la Corte como espacio de encuentro nacional.