Netanyahu armó a clanes palestinos con vínculos con yihadismo y el Estado Islámico
Redacción | V+ Noticias
Jerusalén, Israel. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reconoció haber suministrado armamento a clanes tribales dentro de la Franja de Gaza, los cuales, según él, se oponen frontalmente al movimiento islamista Hamás.
Esta admisión ocurre tras la proliferación de denuncias en medios israelíes que aluden a la participación de estas agrupaciones delictivas en el saqueo de ayuda humanitaria y a sus presuntos nexos con entidades yihadistas.
Uno de los grupos implicados, identificado como el Servicio Antiterrorista, estaría liderado por Yasser Abu Shabab, residente de Rafah y miembro de una familia beduina, cuya trayectoria delictiva es conocida por las comunidades locales.
De acuerdo con estos reportes, Netanyahu autorizó la entrega de fusiles de asalto tipo Kaláshnikov a dicha facción, incluso incluyendo armamento confiscado a Hamás.
Netanyahu justificó su decisión en un escueto video divulgado en redes sociales con las siguientes palabras: “Por consejo de funcionarios de seguridad, activamos a clanes en Gaza que se oponen a Hamás. ¿Qué hay de malo en eso? Solo salva la vida de los soldados israelíes, y publicitar esto solo beneficia a Hamás”.
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La medida ha suscitado una oleada de recriminaciones por parte de los sectores opositores del espectro político israelí. El líder del partido Demócratas en la Knéset, Yair Golan, expresó en la plataforma X: “Netanyahu es una amenaza para la seguridad nacional de Israel. En lugar de lograr un acuerdo… de traer de vuelta a los rehenes y garantizar seguridad a los ciudadanos israelíes, está creando una nueva bomba de tiempo en Gaza.”
El contexto en Gaza es cada vez más agudo. El viernes, mientras los palestinos celebraban el inicio del Eid al-Adha, una de las festividades más significativas del islam, lo hacían entre escombros de mezquitas destruidas y viviendas en ruinas, con los víveres mermando. Ese mismo día reabrieron los puntos de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Estados Unidos, pero cerraron a las pocas horas.
Las labores de reparto habían sido suspendidas tras una serie de tiroteos letales perpetrados por soldados israelíes. El martes anterior, 27 palestinos murieron y cientos resultaron heridos mientras aguardaban en fila para recibir alimentos. Según la Organización de las Naciones Unidas, más de dos mil 700 menores en Gaza sufren desnutrición aguda.
Simultáneamente, la aviación israelí prosiguió con sus bombardeos sobre el enclave. De acuerdo con la agencia de defensa civil de Gaza, el viernes fueron ultimados 38 palestinos por las fuerzas armadas israelíes, entre ellos 11 personas en un solo ataque aéreo al norte del territorio. Israel, por su parte, confirmó el fallecimiento de cuatro de sus soldados en enfrentamientos bélicos.
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El jueves, tras difundirse las acusaciones de entrega de armas a clanes enemigos de Hamás, la oficina del primer ministro señaló que Israel “estaba trabajando para derrotar a Hamás por diversos medios, con base en las recomendaciones de todos los jefes del aparato de seguridad”.
Avigdor Lieberman, exministro de Defensa y actual diputado opositor, aseveró que la facción liderada por Abu Shabab mantiene vínculos con el Estado Islámico.
“El gobierno de Israel está entregando armas a un grupo de criminales y delincuentes, identificados con el Estado Islámico, por instrucción del primer ministro”, manifestó en una entrevista con la emisora pública Kan Bet.
No obstante, la base de la acusación de Lieberman no ha sido esclarecida. A Abu Shabab y su entorno ya se les había señalado anteriormente por participar en operaciones de contrabando ligadas a grupos yihadistas egipcios.
Las Fuerzas de Defensa de Israel no ofrecieron comentarios inmediatos al ser contactadas.
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