
Multitudinarias protestas en 463 ciudades de EE. UU. rechazan las políticas de Trump
EE. UU., 3 de agosto de 2025. Miles de personas salieron a las calles en 463 ciudades de todos los estados del país para expresar su rechazo a diversas políticas implementadas por la administración de Donald Trump, incluyendo las medidas antimigrantes, los recortes a programas sociales y la vinculación con el conflicto en Gaza. Los manifestantes también condenaron lo que perciben como autoritarismo creciente y restricciones a la libertad académica y política.
La movilización, organizada bajo el impulso de movimientos como 50501 y otros colectivos progresistas, representó el mayor ejercicio de resistencia civil desde el inicio del segundo mandato de Trump. Protestas similares ya se habían registrado bajo la consigna “Hands Off” el 5 de abril y luego con el movimiento “No Kings”, que llamó a la ciudadanía a oponerse a lo que consideran una “toma del poder hostil”.
Los puntos de concentración incluyeron plazas públicas, centros de detención de migrantes, universidades y sedes gubernamentales. La variedad de participantes sorprendió, con académicos, profesores, estudiantes, ciudadanos comunes, inmigrantes y profesionales exhibiendo pancartas dirigidas contra el control de Elon Musk, la militarización y las políticas antiinmigrantes.
Frente a la presencia del ejército en una conmemoración militar coincidente con el cumpleaños de Trump, los manifestantes rechazaron lo que consideran símbolos autoritarios: en Los Ángeles hubo represión con gases lacrimógenos, mientras que en Seattle se reunieron decenas de miles de personas.
Expertos advierten que estas protestas reflejan un descontento amplio que va más allá de la izquierda tradicional. Profesores, investigadores y universidades que generalmente se mantienen al margen también participaron por primera vez en una manifestación, lo que eleva el conflicto a un nivel institucional.
El movimiento 50501 —que impulsó protestas en los 50 estados— sigue activo con nuevas campañas como “Rage Against the Regime”, celebrada en ciudades estratégicas en fechas como el cumpleaños de aliados de Trump, en un intento por convertir la resistencia social en presión electoral.
La diversidad de reclamos incluyó no sólo políticas antiinmigrantes, sino también críticas por reducciones en asistencia social, políticas ambientales regresivas, acoso a disidentes y una aparente alineación con el régimen israelí en el conflicto de Gaza.
Con marchas masivas que han involucrado a millones de personas, los ciudadanos estadounidenses dejan claro su rechazo al gobierno actual y buscan construir una nueva narrativa política donde prevalezcan la democracia, los derechos civiles y la acción colectiva en defensa del bien común.