“Moriremos aquí”: pobladores de Gaza resisten expulsión anunciada por Israel
Jerusalén / Gaza, 9 de agosto de 2025. En medio de una devastación que ya ha arrasado hogares y dejado profundas heridas en la población, habitantes de Gaza han expresado su decisión de permanecer y resistir, declarando con firmeza: “Moriremos aquí, esa es nuestra decisión final. Los israelíes no encontrarán nada excepto nuestros cuerpos y almas”.
La propuesta del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de llevar a cabo una primera fase de “ocupación total” en Gaza, incluye la evacuación de la ciudad devastada—un plan que ha generado rechazo absoluto entre los palestinos.
Aunque el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Eyal Zamir, inicialmente se mostró en contra, posteriormente declaró que la operación se efectuará “de la mejor manera posible”, con la promesa de proteger a los rehenes aún bajo el control de Hamas.
Netanyahu presentó la operación como una maniobra limitada, quizá para evitar tensiones con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y mantener el respaldo militar, pese a las advertencias sobre una posible dimisión del general Zamir.
Según el derecho internacional, una potencia ocupante debe responder por el bienestar de la población ocupada, una responsabilidad ineludible incluso si las fuerzas armadas no lo desean asumir. En este contexto, se estima que las FDI controlan ya cerca del 75 % de la franja, y que podrían ocupar hasta el 85 % del territorio, donde viven unas 900 000 personas.
El líder opositor israelí, Yair Lapid, criticó el plan del gabinete de seguridad y lo calificó de “desastre”, advirtiendo que provocaría tragedias, incluyendo la muerte de rehenes, la pérdida de soldados, un enorme costo económico y una crisis diplomática.
Las familias de los rehenes han denunciado que el anuncio pone en peligro a quienes aún viven, advirtiendo: “No podemos dejarlos en manos de estos monstruos por más tiempo”. Hamas, por su parte, acusa a Netanyahu de sacrificar a los cautivos para avanzar en su agenda ideológica y personal.
Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, calificó el plan como un acto peligroso que podría desatar una catástrofe humanitaria sin precedentes, englobándolo dentro de una política de genocidio, hambruna, asesinatos sistemáticos y asedio.