Milei enfrenta comicios decisivos en medio de crisis e injerencia extranjera
Buenos Aires; 26 de octubre de 2025. Las elecciones legislativas que se celebran este domingo representan una encrucijada para el gobierno de Javier Milei, pues de su resultado dependerá no solo la gobernabilidad del país, sino el respaldo de Estados Unidos a su agenda.
El presidente estadounidense Donald Trump ofreció públicamente un rescate financiero de 20 000 millones de dólares condicionado a una victoria del oficialismo argentino, lo cual ha sido interpretado como una forma de injerencia en los comicios.
El escenario financiero es crítico: la inflación desbocada, el endeudamiento de las familias y un descontento creciente tienen al oficialismo contra las cuerdas, según encuestas que muestran que la mayoría de ciudadanos consideran que la situación económica empeorará.
La oposición peronista, reunida bajo la coalición Fuerza Patria, ha lanzado un llamado al voto para frenar al gobernante libertario y recuperar terreno en las provincias clave, entre ellas Buenos Aires, que concentra cerca del 40 % del padrón electoral.
La campaña electoral cerró marcada por tensiones, movimientos en el gabinete de Milei y denuncias en su contra por corrupción, lo que ha sido aprovechado por sus adversarios para cuestionar su legitimidad política y económica.
Los analistas advierten que una derrota del oficialismo podría significar un frenazo a las reformas prometidas por Milei, además de abrir el camino a una recomposición del poder en el Congreso y al desmontaje de su proyecto de gobierno.
Por otro lado, la participación del capital financiero internacional y los acuerdos vinculados al rescate alentado por EE.UU. han despertado críticas sobre la soberanía del país y el papel externo en la estabilidad argentina.
En conjunto, estas elecciones funcionan como una especie de plebiscito sobre el rumbo de Argentina: un triunfo del oficialismo ratificaría su modelo; una caída, por su parte, marcaría el inicio de una nueva etapa política.