Jafar Panahi dice que regresará a Irán pese a sentencia de cárcel
Marrakech, 4 de diciembre de 2025. El director de cine iraní Jafar Panahi anunció este jueves durante su participación en un festival en Marruecos que planea regresar a Irán una vez concluya la gira internacional de su nueva película, a pesar de que un tribunal de Teherán lo condenó recientemente en su ausencia a un año de prisión y le impuso una prohibición de salida del país por dos años.
La sentencia, dictada por cargos de “actividades de propaganda contra el sistema”, se dio al mismo tiempo en que Panahi recibía reconocimientos internacionales por su filme It Was Just an Accident, que ganó la Palma de Oro en el festival de Cannes.
A pesar del riesgo legal, Panahi declaró públicamente que no considera el exilio como una opción: “Nunca he contemplado el exilio”, afirmó, y sostuvo que su país, Irán, es “donde puede respirar, donde puede encontrar una razón para vivir” y donde desea continuar creando.
El cineasta advirtió que su decisión no depende únicamente de cuestiones personales, sino de una convicción de comprometer su arte con su patria, incluso si eso significa afrontar nuevamente prisión o persecución por parte del régimen.
Su película, realizada clandestinamente tras una estancia de siete meses en prisión en 2022, aborda de forma crítica la opresión, la injusticia y el sistema penitenciario en Irán, lo que, según analistas, probablemente motivó el fallo judicial en su contra.
La condena en su contra contempla además prohibición de formar parte de organizaciones políticas o sociales, lo que busca limitar su capacidad de expresarse públicamente o movilizarse desde el exterior.
Organismos internacionales, colegas del mundo del cine y defensores de derechos humanos han manifestado su preocupación por el caso, advirtiendo que representa una nueva muestra de represión a la libertad artística y de expresión en Irán.
Mientras tanto, Panahi continúa impulsando su película en festivales y premiaciones, a la espera de su regreso a Irán, donde su decisión ha encendido debate sobre el coraje, la lealtad artística y los riesgos de disentir en un régimen autoritario.