
Incendio de dos discotecas en Atalayas
Redacción | V más Noticias
Murcia. El trágico incendio que ha tenido lugar a primera hora de la mañana en una conocida discoteca de la zona de ocio Atalayas, en Murcia, ha dejado ya 13 muertos. Según fuentes policiales, el fuego comenzó sobre las 6 de la mañana en el local Fonda Milagros y se extendió de manera rápida al resto de discotecas, que también continuaban abiertas a esa hora.
Los cuerpos de emergencia y seguridad del estado no tardaron en llegar y, según ha afirmado el alcalde de la ciudad, José Ballesta, a las ocho el incendio estaba extinguido.
Policías y bomberos se encuentran todavía trabajando en el lugar de los hechos, hasta donde se han acercado tanto medios de comunicación como familiares de algunos de los jóvenes que se encontraban allí, pues todavía hay una gran confusión. De hecho, todavía hay personas desaparecidas y cuerpos sin identificar.

Allí se encuentra un hombre llamado Jairo, padre de una chica de 28 años que está desaparecida.
Según ha desvelado a los medios, la joven se encontraba con su pareja y otros amigos de Caravaca de la Cruz, donde residen.
Visiblemente afectado, ha narrado que su hija mandó un audio a su madre poco después de que comenzara el fuego.
“Nos envió un audio. Le alcanzó para despedirse”, ha relatado, para después reproducir directamente el mensaje de voz que llegó a su teléfono cerca de las seis de la mañana, en el mismo se la escucha decir:
“Nos vamos a morir, mami. La amo”, el testimonio de una de las atrapadas. La víctima de los incendios de la madrugada de este domingo en Murcia envió un mensaje de despedida a su madre.
“Mami, la amo”. Con estas palabras comienza el mensaje de voz que una de las chicas atrapadas en una de las discotecas incendiadas en Murcia esta madrugada envía a sus padres tras originarse las llamas. Según la declaración del padre, aún se desconoce el paradero de la chica y de sus amigos.
En el vídeo que acompaña a esta noticia, se pueden escuchar las palabras de desesperación de la chica y los gritos de socorro de otros afectados.

Además, se oyen gritos de fondo, gente con dificultades para respirar y una desesperada petición, “¡dadle a la luz!”. Cabe señalar que durante el incendio se cortó el suministro eléctrico de los locales.
Jairo también ha contado que su hija había ido a la capital de fiesta porque “en Caravaca no hay discotecas; vinieron a amanecer. Era la segunda vez que venía”.
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