Harvey Weinstein es declarado culpable de un cargo en nuevo juicio por delitos sexuales
Redacción | V+ Noticias
Nueva York, Estados Unidos. El otrora influyente productor de cine Harvey Weinstein fue hallado culpable de un cargo por acto sexual delictivo en primer grado por un jurado de Manhattan, al concluir un juicio de tres semanas que reavivó acusaciones presentadas en un proceso judicial exitoso en 2020, anulado posteriormente en apelación.
El veredicto determinó su responsabilidad penal por agredir sexualmente a Miriam Haley, mientras que fue absuelto del segundo cargo que lo señalaba por una agresión sexual en perjuicio de Kaja Sokola.
Sin consenso en caso de Jessica Mann
El panel de jurados no alcanzó una resolución unánime respecto de una acusación adicional, relacionada con Jessica Mann, quien sostiene que Weinstein la violó. Ante ello, el juez instruyó a los integrantes del jurado para que prosigan con las deliberaciones.
La sentencia representa un episodio más en el historial judicial de Weinstein. En el primer caso neoyorquino —actualmente anulado— había recibido una condena de 23 años de prisión. Un segundo proceso legal, en el estado de California, derivó en una pena de 16 años.
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Weinstein solicitó nulidad del juicio
Antes del anuncio del veredicto parcial, Weinstein pidió al juez Curtis Farber declarar un juicio nulo, aludiendo a tensiones entre los miembros del jurado durante el proceso deliberativo. “Esta es mi vida la que está en juego. No estoy recibiendo un juicio justo”, declaró.
En otra afirmación dirigida al magistrado, el productor exclamó: “Usted me está poniendo en peligro, Su Señoría”.
El veredicto fue emitido después de casi una semana de deliberaciones, durante la cual el caso pareció en ocasiones encaminarse hacia una posible nulidad.
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Discusión interna en el jurado
El miércoles, el presidente del jurado pidió hablar con el juez para discutir “una situación” que le causaba preocupación. Posteriormente, el juez Farber explicó que el integrante había dicho: “No puedo volver ahí con los otros jurados”. Fue trasladado a otra sala, donde escribió una nota: “Necesito hablar con usted sobre una situación”.
El juez Farber explicó que el presidente del jurado indicó que al menos un miembro del panel había hecho comentarios como: “Te veré afuera algún día”, en medio de gritos y discusiones acaloradas.
El abogado defensor Arthur Aidala calificó la situación con mayor gravedad, manifestando que su cliente había recibido información de que el jurado expresaba preocupación por su integridad física, después de que otro panelista le dijo: “No me conoces”.
Por su parte, el fiscal Matthew Colangelo minimizó la inquietud y declaró que el presidente del jurado no parecía atemorizado, sino simplemente “terco”.
Esta fue la última de varias advertencias de conflicto interno dentro del jurado. El lunes anterior, el presidente ya se había quejado de que algunos jurados presionaban a otros para cambiar su decisión. Una semana antes, otro miembro había señalado que existía aislamiento de ciertos jurados por parte del resto.
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La atención pública sobre el #MeToo
Este juicio fue considerado por diversos sectores como una prueba del legado del movimiento #MeToo, cuya prominencia se había visto disminuida en los últimos años ante la irrupción de otras causas vinculadas a la justicia social y movimientos políticos, especialmente los relacionados con el antirracismo.
Weinstein no testificó en su defensa durante el juicio, el cual siguió desde una silla de ruedas, custodiado en un hospital de Manhattan, donde recibe tratamiento por leucemia. Como en anteriores procesos, negó categóricamente las acusaciones, alegando que todas las interacciones con sus denunciantes fueron consensuadas.
Testimonios gráficos marcan el juicio
En este proceso, Weinstein fue acusado de violación en 2013 contra Jessica Mann, actriz y estilista; de forzar sexo oral en 2006 a Miriam Haley, asistente de producción y productora; y de agresión sexual también en 2006 contra Kaja Sokola, actriz en formación.
Las tres mujeres testificaron durante el juicio, brindando relatos emocionales y gráficos sobre sus experiencias. La fiscalía sostuvo que Weinstein abusó de su posición de poder en la industria cinematográfica para atraer a las víctimas con falsas promesas de oportunidades profesionales, para luego agredirlas sexualmente con violencia y sin su consentimiento.
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La defensa alega consensualidad
Los abogados del acusado argumentaron ante el jurado que todo contacto físico con las denunciantes fue de carácter consensuado, e incluso presentaron pruebas de que las mujeres mantuvieron relaciones cordiales con Weinstein luego de los presuntos delitos.
El defensor Arthur Aidala afirmó que el productor galardonado con el premio Oscar y sus acusadoras mantenían una relación “mutuamente beneficiosa”, en la que ellas obtuvieron audiciones y otras oportunidades en la industria del entretenimiento.
La defensa también presentó testimonios de amistades de Sokola y Mann, quienes indicaron que ninguna de ellas había manifestado, en el momento de los hechos, que hubieran sido víctimas de agresión sexual. Mann explicó que nunca lo dijo porque temía no ser creída y tenía miedo de la posible reacción de Weinstein.
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