
Donald Trump congela 2.2 mil mdd a Harvard por negativa a limitar activismo estudiantil
Redacción | V+ Noticias
Boston, Estados Unidos. La administración del presidente Donald Trump anunció la congelación de más de 2.2 mil millones de dólares en subvenciones y 60 millones en contratos federales dirigidos a la Universidad de Harvard, tras la negativa de la institución a acatar las exigencias del gobierno para limitar el activismo estudiantil en su campus.
Este bloqueo financiero representa la séptima ocasión en que el Gobierno federal adopta una medida de este tipo contra una universidad de alto perfil, como parte de su estrategia para imponer su agenda política. De los siete centros afectados, seis pertenecen a la Ivy League.
La medida abre un nuevo capítulo de tensión entre el Gobierno federal y la universidad más antigua y acaudalada de los Estados Unidos. Con un fondo patrimonial superior a los 50 mil millones de dólares, Harvard se perfila como la institución mejor posicionada para resistir esta presión sin precedentes.
El viernes previo, el Gobierno de Trump remitió una carta a Harvard exigiendo reformas estructuralesde gobernanza y administración, además de modificaciones en suspolíticas de admisión. También solicitó una auditoría ideológica sobre las percepciones de diversidad en el campus y la suspensión del reconocimiento a ciertos clubes estudiantiles.
Harvard University , graduation day . 🇵🇸 Palestine 🇵🇸 pic.twitter.com/Mfj80oqsLw
— Irlandarra (@aldamu_jo) April 14, 2025
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La administración advirtió que cerca de nueve mil millones de dólares en subvenciones y contratos federales estarían en riesgo si la universidad se negaba a acatar las disposiciones. El lunes, el presidente de Harvard, Alan Garber, respondió con firmeza que la institución no cedería.
“La Universidad no renunciará a su independencia ni renunciará a sus derechos constitucionales”, escribió Garber en una carta dirigida a la comunidad académica. “Ningún gobierno —sin importar el partido en el poder— debe dictar qué pueden enseñar las universidades privadas, a quién pueden admitir y contratar, y qué áreas de estudio e investigación pueden explorar”.
Horas después de la publicación de la carta, el Gobierno federal congeló oficialmente los fondos asignados a Harvard.
La primera universidad en ser blanco de esta política fue Columbia, que accedió a cumplir con las demandas ante la amenaza de recortes multimillonarios. Posteriormente, se suspendieron fondos también a la Universidad de Pensilvania, Brown, Princeton, Cornell y Northwestern.
Harvard Students stand with Palestine , Free Palestine 🇵🇸 pic.twitter.com/QmYcpyGvaA
— Irlandarra (@aldamu_jo) April 15, 2025
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Este patrón marca una tendencia clara del Gobierno de Trump a retener financiamiento como mecanismo coercitivo para alinear a instituciones académicas con su visión política. El argumento esgrimido por la administración sostiene que las universidades han permitido la proliferación del antisemitismo en protestas recientes contra la guerra de Israel en Gaza.
Garber defendió que Harvard ya ha implementado reformas sustanciales para combatir el antisemitismo. Añadió que muchas de las demandas gubernamentales “no están relacionadas con el antisemitismo, sino que pretenden regular las condiciones intelectuales” en la universidad.
A juicio de Garber, congelar los fondos federales destinados a una de las principales universidades de investigación científica y médica del país “pone en riesgo no solo la salud y el bienestar de millones de personas, sino también la seguridad económica y la vitalidad de nuestra nación”. Además, argumentó que esta medida viola los derechos de la Primera Enmienda y excede la autoridad gubernamental establecida en el Título VI, que prohíbe la discriminación por raza, color u origen nacional.
Las exigencias del Gobierno incluyeron que Harvard adoptara políticas de admisión y contratación “basadas en méritos”, una auditoría ideológica del alumnado, del cuerpo docente y de los altos cargos sobre su visión de la diversidad, así como una prohibición del uso de máscaras faciales, señalada como una medida contra manifestantes propalestinos.
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También se exigió que la universidad dejara de reconocer o financiar a cualquier grupo estudiantil que apoyara “actividades delictivas, violencia ilegal o acoso ilegal”.
La fuerza de tarea federal contra el antisemitismo declaró el lunes que la negativa de Harvard “refuerza la mentalidad preocupante de privilegio endémico en nuestras universidades más prestigiosas —que la inversión federal no conlleva la responsabilidad de respetar las leyes de derechos civiles”.
“El deterioro del entorno educativo en los campus en años recientes es inaceptable. El acoso a estudiantes judíos es intolerable”, añadió el grupo gubernamental.
Trump ha prometido una postura más agresiva frente al antisemitismo en entornos universitarios, acusando a su antecesor, Joe Biden, de haber sido complaciente con las instituciones educativas. Su administración ha iniciado nuevas investigaciones en universidades y detenido o deportado a estudiantes extranjeros vinculados con protestas propalestinas.
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