Detienen en Jalisco a “El 88”, líder de “La Barredora” vinculado a violencia en Tabasco
Guadalajara, Jalisco / Ciudad de México, 23 de julio de 2025. Ulises Pinto Madera, alias “El 88” o “El Mamado”, presunto líder de la organización delictiva La Barredora, fue capturado este miércoles en Guadalajara por agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en coordinación con autoridades estatales y federales.
Considerado uno de los tres principales operadores del grupo —junto con Hernán Bermúdez Requena, prófugo, y Carlos Tomás Díaz Rodríguez, detenido en Puebla en enero—, su arresto representa un golpe directo a la estructura criminal que sembró violencia en municipios tabasqueños.
Personificado en narcomantas, “El 88” fue señalado por repartir apoyo comunitario, como roscas de reyes, en parte como estrategia de imagen dentro del CJNG; su captura pone fin a un periodo de impunidad.
Fuentes oficiales señalan que su detención ocurrió a media mañana en la capital tapatía, sin necesidad de enfrentamientos ni uso desproporcionado de la fuerza. El detenido medía aproximadamente 1.80 metros y llevaba vestimenta casual al momento del arresto.
Este procedimiento se suma a una serie de operativos contra “La Barredora”, organización que en Tabasco ha sido vinculada con extorsiones, secuestros y encubrimiento desde instancias de seguridad locales. Su líder más visible, Bermúdez Requena, permanece prófugo tras la emisión de una orden de aprehensión e inclusión en lista roja de Interpol.
El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y la presidenta Claudia Sheinbaum han respaldado las acciones coordinadas con instancias estatales y la Marina, para desarticular completamente la red criminal, incluyendo células en diversos estados del país.
Este arresto podría acelerar las investigaciones pendientes sobre los nexos entre La Barredora y funcionarios públicos, que han generado escándalo en Morena por el caso Bermúdez Requena y su relación con Adán Augusto López, exgobernador de Tabasco.
Con “El 88” bajo custodia, las autoridades federales fortalecen la presión sobre la red criminal para impedir su reestructuración y facilitar el rescate de zonas del sur del país dominadas por estas organizaciones.