
Desbordan funerarias en NL por ola de calor: ‘es como la pandemia’
Perla Martínez y Juan Carlos Rodríguez/Agencia Reforma
Monterrey, NL. El incremento en los decesos -presuntamente por la ola de calor- se manifestaron ayer en diversas capillas funerarias del Centro de la Ciudad.
Además del dolor de perder a un familiar, los deudos recibían la noticia de que no sería posible realizar un servicio de velación, al menos durante el fin de semana.
“Tendría salas a partir del lunes en la tarde o a más tardar el martes”, dijo el encargado de una sucursal de Protecto Deco.
“El calor, es lo que está pasando ahorita en todos lados”.
El País sufrió la semana pasada el golpe de una ola de calor, que en el Estado registró hasta 45 grados en Linares, y en el área metropolitana la temperatura alcanzó los 42 grados.
Al mismo tiempo, se registró un aumento en los reportes de muertes, y se sospechaba que fueron causadas por un golpe de calor.
La Secretaría de Salud estatal reportó 11 muertes que probablemente estén relacionadas con las altas temperaturas.
Además, el anfiteatro del Hospital Universitario y las funerarias registran un aumento en sus actividades, como señaló ayer un empleado de una casa de velación.
“Mire, todos éstos es por lo mismo. Todos éstos son por golpe de calor”, indicó el trabajador, señalando una lista con 11 nombres.
“El cuerpo se lleva al laboratorio donde está el cuarto frío”, explicó el empleado, “se prepara, pero (salas) hasta el lunes o martes, no tenemos horario todavía”.
La encarga de otra funeraria dijo que han apoyado a otras capillas que se vieron rebasadas por los casos.
“Esta semana estuvimos apoyando a las capillas Marianas que nos estuvieron mandando gente para acá, porque no se daban abasto”, indicaron en Capillas Dolores.
“Se nos vino como en la pandemia, con el Covid”.
Otras personas hicieron públicos lo que pasaron por el exceso de trabajo en las funerarias.
“Mi hermana falleció de un infarto que le vino por un golpe de calor”, expresó una mujer en redes sociales.
Detalló que tardaron 18 horas en llevarse el cuerpo de su familiar y después en la funeraria ya no pudieron abrir el ataúd, por las condiciones del cadáver.
“Desde un principio me hubieras dicho (encargado de funeraria) que no hay espacio y hay mucho trabajo. Solo la inyectaron, no la embalsamaron”.