
Crece movimiento en EU que defiende a los migrantes de redadas del ICE
Washington y Nueva York, 22 de julio de 2025. Ante la intensificación de las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) bajo la administración de Trump, en Estados Unidos está surgiendo un amplio movimiento de resistencia ciudadana que agrupa a organizaciones de migrantes, religiosos, sindicatos, educadores, agricultores, pequeños comerciantes, abogados y hasta clientes de negocios operados por inmigrantes.
Las protestas han adoptado tácticas directas, como rodear hoteles donde se hospedan agentes del ICE coreando consignas, formar cadenas humanas para bloquear camionetas oficiales y obstruir operativos en áreas laborales o de paso peatonal. En ciudades como Nueva York y Chicago, maestros han sido capacitados para evitar la entrada de agentes a las escuelas públicas, y líderes religiosos, como pastores e imanes, acompañan a migrantes a citas oficiales.
En California, bomberos han intervenido para frenar operativos, grúas escoltan vehículos del ICE y choferes de autobús se niegan a abrir sus puertas a agentes cuando detectan presencia de ICE. Además, trabajadores agrícolas en Carpintería y Camarillo se declararon en una huelga llamada “Huelga por la Dignidad” tras redadas que dejaron cerca de doscientos inmigrantes detenidos y diez menores rescatados.
Las redadas están marcadas por reportes de uso excesivo de fuerza y muertes durante los operativos, como el caso de Matilde, migrante de 54 años que sufrió un infarto en Los Ángeles mientras era arrestada sin orden judicial. Su historia ha sido retomada por defensores de derechos civiles como una muestra del impacto humano de estas acciones.
Organizaciones como Human Rights Watch han documentado condiciones “desgarradoras” en centros de detención como Krome y Alligator Alcatraz en Florida, donde prevalecen el hacinamiento, la falta de servicios médicos y trato degradante. HRW exige que la detención sea la última opción y pide una supervisión independiente.
La creación de mapas interactivos por parte de activistas permite identificar en tiempo real la ubicación de los operativos del ICE, con el fin de evitar arrestos arbitrarios. Estas herramientas comunitarias buscan prevenir separaciones familiares y promover medidas de autoprotección entre migrantes.
En ciudades como Los Ángeles, el movimiento de resistencia ha evolucionado hacia formas más radicalizadas de protesta directa. Grupos como “No Sleep for ICE” han incrementado el acoso contra agentes, bloqueos e “escraches”, elevando en un 500 % los incidentes reportados al Departamento de Seguridad Interior.
Este movimiento podría consolidarse como un frente permanente de oposición a las políticas migratorias federales. Frente a un entorno cada vez más represivo, colectivos de base, religiosos y trabajadores están activando redes de solidaridad, creando nuevas fronteras de defensa comunitaria, y visibilizando la problemática con tácticas innovadoras y coordinadas.