
Crece movimiento de resistencia por los derechos de los migrantes en EE.UU.
Nueva York y Washington, 5 de septiembre de 2025. Un creciente movimiento de resistencia lanza una señal de solidaridad desde Florida hasta la costa este y oeste, protestando en defensa de los derechos de los migrantes contra políticas federales que consideran crueles y deshumanizantes. Frente al reciente centro de detención construido en los pantanos de Florida, apodado “Alcatraz de los caimanes”, grupos ecuménicos conformados por religiosos —católicos, protestantes y judíos— realizan vigilias semanales para demandar su cierre permanente. Esta respuesta, calificada como una denuncia contra la “crueldad por diseño”, comenzó hace cinco semanas y se ha extendido a ciudades como Brooklyn, El Paso y Los Ángeles.
El eco de estas protestas se intensificó al ser revocado un fallo judicial que ordenaba el cierre del centro de Los Everglades, lo que confirma que las acciones continuarán hasta lograr su clausura definitiva.
Noelle Damico, integrante de The Workers Circle, una organización judía parte de la coalición ecuménica, expresó que la demanda central es el cierre permanente de ese centro y de otros que replican su modelo de “crueldad diseñada”. También se exige el cese inmediato de las redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), denunciadas por “secuestrar, detener y deportar sin debido proceso”.
La resistencia ha cobrado una magnitud nacional, con la participación de inmigrantes, defensores de derechos humanos, religiosos, sindicatos, estudiantes y ciudadanos independientes. En algunas ciudades se ha logrado frenar operativos migratorios e incluso disuadir la acción de fuerzas federales.
Gobernadores y alcaldes de California, Nueva York, Washington, Pensilvania, Maryland y Kentucky, entre otros, han rechazado las medidas federales. El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, firmó una orden ejecutiva para prohibir la colaboración de su policía con autoridades migratorias federales.
Desde la capital federal, líderes han advertido que podrían enviar tropas también a ciudades como Chicago, Baltimore y Nueva York. No obstante, autoridades locales han respondido con firmeza, negándose a someterse a lo que califican como un “asalto” contra sus comunidades.
La Coalición por los Derechos de Inmigrantes y Refugiados de Illinois, representada por Lawrence Benito, aseguró que el movimiento está “más fuerte y preparado para movilizarse”, mientras sindicatos, organizaciones comunitarias y defensoras de derechos civiles refuerzan sus campañas de educación sobre derechos civiles y preparamos redes de protección para las personas migrantes.
Acciones simbólicas y tangibles acompañan estas protestas: en Wisconsin se realizó una “cena de solidaridad” para apoyar a trabajadores inmigrantes despedidos, y en Columbus, Ohio, residentes formaron una fila de casi 13 kilómetros como muestra de repudio contra la “inhumanidad del ICE”. En otras ciudades, defensores compran toda la mercancía de vendedores ambulantes inmigrantes para protegerlos de posibles detenciones.