Condenan a Sarkozy, expresidente de Francia, por corrupción y tráfico de influencias
Redacción | V+ Noticias
París, Francia. El expresidente francés Nicolás Sarkozy enfrenta un revés judicial tras la decisión de la Corte de Casación, el máximo tribunal de Francia, que confirmó su condena de 2021 por corrupción y tráfico de influencias.
La sentencia, que incluye tres años de prisión, establece que dos de ellos serán suspendidos, mientras que el restante será cumplido mediante el uso de un brazalete electrónico, evitando así su ingreso en prisión.
El abogado de Sarkozy, Patrick Spinosi, anunció que el expresidente apelará la decisión ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). En un mensaje difundido en la plataforma X, Sarkozy reafirmó su inocencia. “Quiero reiterar que soy claramente inocente”.
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Los cargos contra Sarkozy
Sarkozy, quien ocupó la presidencia entre 2007 y 2012, fue hallado culpable por un tribunal inferior de intentar sobornar al juez Gilbert Azibert. Según el fallo, Sarkozy habría ofrecido al magistrado un puesto en Mónaco a cambio de información confidencial sobre una investigación en torno a las finanzas de su campaña de 2007.
Azibert también fue condenado por cargos de corrupción y tráfico de influencias, en un caso que ha marcado uno de los escándalos políticos más significativos en la historia reciente de Francia.
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Futuras batallas legales
Además de esta condena, Sarkozy enfrenta otros cargos de corrupción. En 2024, será sometido a juicio por presunto financiamiento ilegal de su campaña presidencial de 2007, donde se alega que recibió fondos del Gobierno libio. El expresidente ha negado todas las acusaciones y, de ser hallado culpable, podría enfrentar hasta 10 años de prisión.
Un precedente histórico
La condena de Sarkozy lo convierte en el segundo expresidente francés en ser declarado culpable de corrupción, después de Jacques Chirac, quien fue condenado en 2011, cuatro años después de dejar el cargo.
La decisión del máximo tribunal francés subraya la independencia del Poder Judicial en un país donde incluso las figuras políticas más destacadas pueden ser llevadas ante la justicia.
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