CDMX bajo el agua
Ciudad de México, 20 de julio de 2025. Fuertes precipitaciones acompañadas de granizo e intensas rachas de viento azotaron ayer la Ciudad de México, provocando inundaciones severas en el sur‑poniente y centro de la capital, afectando diversas zonas residenciales y vialidades principales.
En la alcaldía Magdalena Contreras, más de cuarenta viviendas en al menos cinco colonias registraron inundaciones que alcanzaron entre uno y metro y medio de altura, arrastrando muebles, vehículos y electrodomésticos, con graves daños materiales para las familias afectadas.
La colonia Lomas Quebradas fue una de las zonas más impactadas, con casas sumergidas y vehículos arrastrados por corrientes de agua hasta chocar contra muros, elevando la emergencia a nivel rojo en Protección Civil.
El operativo “Tlaloque”, activado por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, atendió 58 encharcamientos y retiró árboles caídos en varias demarcaciones como Álvaro Obregón, Iztapalapa y Magdalena Contreras, donde además se colocaron albergues temporales para los damnificados.
En vialidades como Periférico Sur, Avenida Picacho‑Ajusco y calles de San Jerónimo Lídice, el agua brotó de coladeras saturadas y formó corrientes peligrosas, lo que ocasionó que vehículos quedaran varados y requirieran la intervención de elementos policiacos para auxiliar a los conductores.
La zona centro no escapó al impacto: vialidades principales como Insurgentes, Chapultepec y Zaragoza emergieron por encharcamientos, lo que ralentizó el tránsito y complicó la actividad cotidiana en la capital.
Las autoridades señalaron que el sistema de drenaje colapsó ante la magnitud de las lluvias, por lo que se requirió la limpieza urgente de coladeras y la movilización de bomberos, policías y personal de agua para restablecer las condiciones de circulación y seguridad.
La intensa actividad meteorológica podría prolongarse durante el fin de semana debido al monzón mexicano y una onda tropical que interactúan con sistemas de baja presión, lo que mantiene activo el riesgo de nuevas inundaciones urbanas.