Acapulco podría sufrir el impacto de otro huracán Otis
Redacción | V+ Noticias
Acapulco, Guerrero. Actualmente, se presentan condiciones climáticas equivalentes a las registradas cuando se formó el huracán Otis, por lo que se alerta sobre la posibilidad real de que un fenómeno de magnitud similar vuelva a desarrollarse en la región de Acapulco.
Lo anterior lo advirtió el biólogo marino Juan Barnard Ávila, durante una sesión informativa celebrada en un salón del hotel Ritz ante integrantes de la asociación civil Grupo Solidaridad de Acapulco.
El también doctorante en Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) explicó que la temperatura del mar en Acapulco alcanza en este momento los 30 grados Celsius, tanto en la superficie como en el fondo.
Comparó este dato con los 32 grados reportados cuando golpeó Otis, lo cual, a su juicio, revela la presencia de todos los ingredientes necesarios para la gestación de un huracán.
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Condiciones para la tragedia
En su intervención, Barnard Ávila enumeró los componentes básicos que permiten la formación de estos sistemas hidrometeorológicos. “El aire caliente, humedad, baja presión atmosférica, una temperatura mayor a 26 grados de la superficie del mar, y la evaporación del agua”. Subrayó que todos estos elementos ya se manifiestan actualmente en la costa guerrerense.
Uno de los aspectos que más preocupan al científico es la homogeneización de la temperatura del agua, la cual describió como un fenómeno atípico. “Y está desde arriba hasta abajo caliente, es lo que yo digo que es una bomba de tiempo”, expresó frente a una treintena de asistentes.
Añadió que todavía falta la llegada de septiembre, pero que, “si se mantiene esto así, podremos llegar a tener problemas. Creo que ya estamos más concientizados, más espantados, pongámoslo así, y es lo que está sucediendo”.
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¿Trayectoria inesperada de Otis?
El experto explicó que originalmente se preveía que el huracán Otis impactaría entre Tecpan y Zihuatanejo, pero cambió de trayectoria al detectar las condiciones favorables en Acapulco. “Entonces cuando va para arriba, vio que en Acapulco estaba lo que él necesitaba, y era agua caliente”.
Sobre el origen de las condiciones extremas de 2023, Barnard Ávila sostuvo que “dos situaciones se conjugaron en el 2023”: el fenómeno de El Niño, una corriente de agua caliente, y el calentamiento global.
Recordó que desde meses previos al impacto del huracán Otis, el 25 de octubre de 2023, ya se había detectado el blanqueamiento de corales –su muerte–, efecto directo del aumento térmico en el mar, lo cual constituye un indicador grave de deterioro ecológico. “La pérdida de biodiversidad, y eso es una crisis”.
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Altas temperaturas marinas persisten
El también fotógrafo submarino indicó que, tras el paso del meteoro, la recolección de datos se interrumpió hasta febrero de 2024 debido a la falta de embarcaciones, pero las temperaturas oceánicas elevadas persistieron.
De acuerdo con sus mediciones, la ola de calor marítima post-Otis se extendió por diez meses consecutivos, cifra solo superada por un evento histórico de catorce meses, el más prolongado registrado a escala mundial.
En su análisis, Barnard Ávila explicó que los efectos de los fenómenos meteorológicos no distinguen niveles socioeconómicos. “El huracán categoría 5 golpeó a ricos y a pobres”. Afirmó que este tipo de eventos serán más frecuentes, más intensos y más lentos, como ocurrió con el huracán John.
El biólogo indicó que los resultados obtenidos junto a sus colegas Alfredo Zárate y Maximino Reyes, también de la UAG, han sido entregados al Instituto de Geofísica de la UNAM y a la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, con el propósito de nutrir sus modelos predictivos y mapas climáticos.
Con información de El Sur Acapulco
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