
Dan 570 años de cárcel a sicario por plagio de agentes
Abel Barajas | Agencia Reforma
Ciudad de México. Un juez federal condenó a 570 años de prisión a Adalberto Villalobos López, El Lágrima o El Flaco, miembro del grupo criminal La Familia Michoacana, por el secuestro de siete agentes de la extinta Policía Federal en Michoacán, desaparecidos desde noviembre de 2009.
El juez de Distrito en Michoacán le impuso al sicario la pena y el pago de una multa de 935 mil 100 pesos, tras hallarlo culpable del delito de privación ilegal de la libertad, en la modalidad de secuestro, informó la Fiscalía General de la República (FGR).
Al sentenciado le atribuyen haber participado en el plagio de siete agentes federales que el 16 de noviembre de 2009 viajaron de la Ciudad de México a Ciudad Hidalgo, Michoacán, para tomar el control de la seguridad pública del municipio.
Sin embargo, los policías no llegaron a su destino porque en el kilómetro 101.9 de la carretera a Zitácuaro, un grupo armado del que formaba parte El Lágrima interceptó la camioneta en la que viajaban. Desde entonces, se desconoce el paradero de las víctimas.
Los agentes que desde entonces están ilocalizables son Jaime Humberto Ugalde Villeda, Eduardo Israel López Sánchez, Hugo López Lorenzo, Luis Ángel León Rodríguez, Israel Ramón Usla, Pedro Alberto Vázquez Hernández y Juan Carlos Ruiz Valencia.
El Lágrima fue detenido el 27 de febrero de 2014 en un camino de terracería en Apatzingán, junto con otros dos sicarios, tras un enfrentamiento con la Policía Federal en el que fue abatido Francisco Galeana, El Pantera, presunto operador de La Familia Michoacana.
Villaseñor Guerrero declaró a las autoridades que estaba bajo las órdenes de un sujeto apodado El Costeño, quien a su vez era un operador inmediato a Enrique Plancarte Solís, Kike Plancarte, uno de los principales líderes de La Familia y luego de Los Caballeros Templarios.
Tras la detención, la Policía Federal dijo que El Lágrima confesó haber participado en atentados contra agentes federales y en ejecuciones.
Tras un arraigo domiciliario, en enero de 2015, le ejecutaron la orden de aprehensión por el secuestro de los agentes y lo internaron en el Centro Federal de Readaptación Social Número 2, conocido como Occidente, en Jalisco.
Luego del cierre de este penal, el miembro del grupo criminal fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social Número 17, en Buenavista Tomatlán, Michoacán, donde cumplirá su condena.
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