Reapertura del gobierno de EE. UU. trae alivio a pequeñas empresas afectadas
Washington D. C., 13 de noviembre de 2025. Con el fin del cierre gubernamental más largo en la historia de los Estados Unidos, pequeñas empresas que dependen de contratos federales respiraron con alivio al ver reabrir actividades clave tras semanas de paralización.
Durante aproximadamente siete semanas, empresarios con órdenes de compra del gobierno enfrentaron retrasos en pagos, cancelaciones de proyectos y una creciente incertidumbre que los obligó a recortar costos y replantear su flujo de caja.
Uno de los casos emblemáticos es el de un fabricante de equipos de protección personal con sede en California, que ganó un contrato federal por casi dos millones de dólares, pero no pudo iniciar la producción debido a que la agencia contratante no respondió durante el cierre. Ello provocó que la empresa tuviera que asumir gastos anticipados sin garantía de ingreso, elevando su riesgo financiero.
Otra empresa del sector tecnológico que trabajaba para museos y entidades educativas vio detenidas facturas y proyectos vinculados al financiamiento público-privado, lo que le dio una imagen de fragilidad y la obligó a reconsiderar su dependencia de contratos estatales.
Las empresas consultadas destacaron que más allá de las pérdidas directas, la paralización interrumpió su capacidad de planificación, relacionamiento con agencias gubernamentales y asistencia a cumbres de política —donde suelen defender sus intereses ante legisladores y autoridades—, lo cual pudo debilitar su posición competitiva a futuro.
Con la reapertura, se espera que los pagos atrasados comiencen a fluir, los procesos de licitación se reactiven y algunas firmas logren retomar los proyectos suspendidos, aunque advierten que la recuperación no será inmediata y conllevará un periodo de ajuste.