Inundaciones y deslaves dejan al menos 37 muertos en Vietnam

Hanoi, 4 de noviembre de 2025. Rescatistas y trabajadores de ayuda en el centro de Vietnam se apresuraban a llegar a áreas aisladas que fueron azotadas por inundaciones y aludes de tierra, matando al menos a 37 personas, mientras se acercaba otro tifón que podría tocar tierra más tarde esta semana.

Días de lluvias récord que comenzaron a finales de octubre provocaron inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra que inundaron aldeas, arrasaron hogares y desplazaron a decenas de miles.

Muchos vecindarios permanecían sin electricidad o desconectados de las redes de datos, incluyendo la ciudad de Danang. También se erosionaron canales, riberas y costas, y varias carreteras nacionales seguían bloqueadas. 

Mientras tanto, se espera que el tifón Tifón Kalmaegi se fortalezca rápidamente mientras se dirige hacia la costa central de Vietnam, con vientos que podrían alcanzar hasta 166 km/h al entrar en el mar de China Meridional el miércoles, después de cruzar Filipinas.

Los rescatistas llegaron a muchos residentes varados a finales de la semana pasada cuando las aguas de la inundación retrocedieron brevemente, pero los ríos volvían a subir. Los ríos Huong y Bo en la ciudad de Hue alcanzaron niveles peligrosos y las autoridades advirtieron que se esperaban nuevas lluvias intensas en toda la región. 

La prensa estatal indicó que las autoridades enviaron alimentos, agua limpia, medicinas y refugio mientras ayudaban a las familias a reconstruir las casas dañadas. Los equipos trabajaron para limpiar escombros, restaurar la electricidad, el agua y los enlaces de transporte y prevenir brotes de enfermedades. 

El número de muertos por las inundaciones y deslizamientos más recientes aumentó a 37 el lunes, con cinco personas desaparecidas y 78 heridas, informó el gobierno vietnamita.

Vietnam ha sido golpeado por una serie implacable de tormentas este año, con poco tiempo para recuperarse entre desastres. Este país, donde casi la mitad de la población vive en áreas de alto riesgo, enfrenta un clima cada vez más extremo que intensifica los peligros de inundaciones y aludes.