
Israel deporta a Greta Thunberg y a 171 activistas de la flotilla hacia Gaza
Jerusalén, 6 de octubre de 2025. Israel anunció que en la jornada del lunes deportó a 171 activistas que fueron detenidos durante su participación en la flotilla humanitaria Global Sumud, entre los cuales se incluye la activista sueca Greta Thunberg. El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí informó que los deportados fueron enviados a Grecia y Eslovaquia, y que entre ellos había ciudadanos de diversos países como Italia, Francia, Estados Unidos e Irlanda.
Según la versión oficial, los activistas fueron catalogados como “provocadores” y se asegura que durante el proceso se respetaron sus derechos legales y que la deportación se llevó a cabo conforme a lo establecido.Sin embargo, los activistas deportados han denunciado malos tratos, alegando que fueron golpeados, amenazados y sometidos a condiciones humillantes durante su detención.
Entre las acusaciones que han hecho los deportados está que se les apuntó con armas, se les negó acceso oportuno a atención médica, se les mantuvo esposados e incluso se relatan momentos en los que fueron obligados a arrodillarse mientras eran sometidos a intimidaciones. Alguns activistas españoles que llegaron a Madrid tras su deportación describieron el trato recibido como violento y denuncian que militares les apuntaron a la cabeza o al corazón con armas durante el traslado.
Greta Thunberg, al ser deportada, fue fotografiada caminando junto con otros deportados en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, vistiendo un uniforme carcelario, lo que generó protestas y controversia mediática. Hasta el momento, Israel no ha divulgado pruebas que corroboren o refuten directamente las denuncias de abuso, pero insiste en que el procedimiento fue legal y que no hubo violaciones a los derechos humanos.
Mientras tanto, se reporta que 138 activistas de la flotilla aún permanecen bajo custodia israelí, muchos en la prisión de Ktzi’ot, en el desierto del Néguev. Algunas de estas personas han iniciado huelgas de hambre como medida de protesta ante su situación carcelaria.