La espera terminó y Oasis saldó su deuda con el público mexicano
Ciudad de México, 13 de septiembre de 2025. Oasis cumplió ayer con una deuda de 17 años con sus seguidores mexicanos al ofrecer un espectáculo inolvidable en el Estadio GNP Seguros. La atmósfera estaba cargada de emoción cuando Liam y Noel Gallagher, tomados de la mano, hicieron su aparición en el escenario.
La primera nota de “Hello” resonó en el aire, electrificando a la multitud. Liam, inmóvil en el centro, y Noel, con su guitarra en mano, ofrecieron una interpretación precisa y apasionada. La banda, acompañada por Paul “Bonehead” Arthurs, Andy Bell, Gem Archer, Christian Madden y Joey Waronker, mantuvo una energía constante que convirtió cada canción en una experiencia emocional.
La tarde previa al concierto, drones iluminaron el cielo de Chapultepec con el logo de la banda, anticipando lo que estaba por venir. En los alrededores del estadio, fanáticos lucían camisetas de ediciones agotadas, gorras estilo Gilligan y vinilos, creando un ambiente vibrante de nostalgia y devoción. A pesar de un breve aguacero, la multitud se mantuvo unida bajo lonas improvisadas, cantando canciones como “Supersonic” y “Some Might Say”.
La banda telonera, Cage the Elephant, preparó al público con su rock directo, aumentando la expectación. Entre los asistentes, algunos se colocaron máscaras con los rostros de Noel y Liam, provocando risas y comentarios entre la multitud. Un joven, al teléfono con su novia, exclamó: “¿Dónde estás?”. Ella respondió entre risas: “Detrás de Liam”.
El repertorio del concierto abarcó clásicos como “Definitely Maybe” y “(What’s the Story) Morning Glory?”. Canciones como “Morning Glory”, “Cigarettes & Alcohol” y “Roll With It” hicieron vibrar al público. En un momento especial, el vocalista pidió a todos los presentes voltear hacia atrás y seguir su ritmo, creando una ola de movimiento sincronizado en el estadio.
“Stand by Me” iluminó el estadio con miles de celulares, formando constelaciones humanas hasta la última grada. Las pantallas proyectaron fotos familiares, añadiendo un toque íntimo al espectáculo. “Slide Away” provocó suspiros, mientras que “Whatever” y “Little by Little” demostraron la capacidad de la banda para crear atmósferas envolventes.
Durante “Live Forever”, Oasis rindió homenaje a The Beatles con fragmentos de “Octopus’s Garden”. El público recibió el guiño con entusiasmo, uniendo dos influencias británicas que marcaron generaciones. La interpretación estuvo llena de pausas precisas, miradas cómplices entre los hermanos Gallagher y gestos que reflejaron su característico humor irreverente. A pesar de los años y los conflictos, quedó claro que la música sigue siendo un territorio compartido.
El encore fue la culminación de una noche mágica, con el público coreando cada palabra y celebrando el regreso de una de las bandas más emblemáticas del Reino Unido. Oasis demostró que, a pesar del tiempo y las diferencias, su música sigue siendo un puente que une generaciones y corazones.