Un caprichito presidencial: Trump ordena salón de baile en la Casa Blanca

Washington D.C., 1 de agosto de 2025. El mandatario Donald Trump anunció hoy el proyecto de construir un salón de baile de 90 000 pies cuadrados en la Casa Blanca, con una inversión estimada de 200 millones de dólares financiada por él mismo y donantes privados “patrióticos”.

La nueva infraestructura reemplazará el ala este (East Wing) y dará cabida a hasta 650 invitados, una capacidad muy superior a los 200 asistentes que permite actualmente el East Room, principal espacio ceremonial ejecutivo.

Karoline Leavitt, vocera presidencial, defendió la obra como necesaria para evitar el uso de carpas exteriores poco estéticas durante cenas de Estado, señalando que el salón será “muy necesario y exquisito” y reflejará la herencia arquitectónica del edificio principal.

Según las imágenes oficiales, el diseño incluye decoración dorada, candelabros de cristal, columnas corintias y techos artesonados, con una ambientación similar al estilo de Mar‑a‑Lago.

La construcción, proyectada para iniciar en septiembre y concluir antes de que termine el mandato de Trump en 2029, estará a cargo de McCrery Architects, con Clark Construction como empresa constructora y AECOM en la ingeniería.

Aunque se trata de un proyecto privado, grupos de fiscalización y legisladores demócratas cuestionaron el origen de los fondos, señalando que no hubo asignación del Congreso ni supervisión formal del Estado.

Críticos han comparado las reformas de Trump con una estética “dictator‑chic”, al destacar cambios aparentes como banderas gigantes, adornos dorados y remodelaciones del Rose Garden, lo cual para algunos deteriora la humildad tradicional de la residencia presidencial.

Por su parte, defensores del proyecto resaltan que el presidente ha dejado claro su intención de preservar la integridad histórica del complejo, garantizando que el nuevo salón será independiente pero visualmente coherente con la Casa Blanca original.