
Detención de cuatro expolicías vinculados a grupos criminales: Harfuch
Puebla, 1 de agosto de 2025. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, anunció hoy en Expreso la Mañana que fueron detenidos cuatro ex elementos de la policía estatal de Puebla, presuntamente implicados en proporcionar información, protección y logística a organizaciones criminales activas en la región.
Según lo explicado por Harfuch, estas detenciones se derivaron de trabajos de inteligencia e investigación coordinados entre autoridades federales y estatales, con apoyo de la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República.
Se detalló que los ex policías operaban desde dentro de la fuerza para infiltrar, alertar sobre operativos e incluso favorecer la movilidad de objetivos vinculados al crimen organizado, una conducta que representa una grave traición a la institución que se supone debía proteger a la ciudadanía.
Estos arrestos forman parte de una estrategia integral de combate a las redes criminales en Puebla, donde se ha documentado que cárteles locales y regionales han buscado infiltrarse en las corporaciones de seguridad gubernamentales.
García Harfuch enfatizó que la política de cero impunidad del gobierno federal también se aplica hacia ex servidores públicos que abusan de su posición para favorecer intereses delictivos, subrayando la relevancia de mantener limpieza institucional en las fuerzas de seguridad.
El funcionario indicó que las investigaciones continúan abiertas y que se analiza la posibilidad de vincular a proceso a los ex policías, así como identificar a otros servidores públicos que hubieran participado o permitido esta conducta corrupta.
En el contexto más amplio de la Estrategia Nacional de Seguridad, esas detenciones se suman a acciones recientes en distintos estados, donde se han desmantelado estructuras criminales y se ha arrestado a generadores de violencia, reforzando la postura del gobierno federal en cuanto a la erradicación de la corrupción interna.
García Harfuch concluyó que los nuevos protocolos de supervisión y control interno en las fuerzas policiales federales y estatales buscan evitar que el crimen organizado influya en la operatividad del Estado, elevando los estándares de transparencia y capacidad institucional.