Cae estatua de Felipe Calderón tras la caída de árbol en Los Pinos
Ciudad de México, 30 de julio de 2025. En el Complejo Cultural Los Pinos, un árbol cayó durante la madrugada del viernes 25 de julio debido a las intensas lluvias que azotaron la Ciudad de México y derribó la estatua de bronce del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, ubicada en la emblemática Calzada de los Presidentes.
La escultura, que fue instalada el 1 de diciembre de 2012 como parte del acervo de monumentos presidenciales en el recinto, quedó tendida sobre el piso y fue cubierta enseguida con una bolsa negra para protegerla y preservar el sitio de impacto.
La Secretaría de Cultura federal confirmó el incidente este martes y precisó que, de acuerdo con reportes del personal del complejo, se presume que las lluvias recientes fueron la causa principal que provocó el colapso del árbol y su posterior caída sobre la estatua.
Autoridades culturales informaron que ya se está evaluando el estado de la obra, incluyendo posibles fracturas o daños estructurales, así como afectaciones a la base donde estaba colocada, con miras a definir un plan de restauración.
La figura de bronce, de poco más de dos metros de altura y valorada en más de medio millón de pesos, fue elaborada por el escultor Ricardo Ponzanelli, quien también realizó las representaciones de Vicente Fox y Ernesto Zedillo.
El monumento permaneció en el lugar del derrumbe y no se realizaron movimientos adicionales; permaneció cubierta temporalmente mientras se realizan los estudios técnicos sobre su recuperación.
El incidente ha generado repercusiones en redes sociales, donde se compartieron imágenes del momento posterior al impacto; en respuesta, el personal del recinto aseguró que se notificó de inmediato a la Secretaría de Cultura para activar protocolos de protección y evaluación.
Este hecho coincide con un episodio previo al que Calderón asistió recientemente en Palacio Nacional para develar su retrato en la Galería de los Presidentes, aunque ese acto generó controversia pública por su costo y ejecución, y sugiere que ambos materiales simbólicos —retrato y estatua— han recibido atención crítica.
La caída de esta estatua supone un nuevo reto para el cuidado de los monumentos históricos en espacios públicos que han sido reinterpretados como sitios culturales, llamando a una revisión de su conservación ante eventos meteorológicos extremos que podrían ser más frecuentes.