
Harvard cerrará sus oficinas de diversidad tras presiones del gobierno de Trump
Estados Unidos / Cambridge, 26 de julio de 2025. La Universidad de Harvard anunció este sábado el cierre de sus oficinas dedicadas a estudiantes de minorías, mujeres y personas LGBTQ+, las cuales serán integradas a una nueva estructura denominada Harvard Foundation dentro de la recién creada Office of Culture and Community.
La decisión se produce tras intensas presiones de la administración de Donald Trump, que exigió eliminar toda programación relacionada con diversidad, equidad e inclusión como condición para restaurar más de 2 200 millones de dólares en financiamiento federal que permanecen congelados desde abril.
El decano David J. Deming informó con un correo interno que aproximadamente 50 trabajadores —incluidos 15 becarios— serán reubicados en la Harvard Foundation, y aseguró que “todos los servicios del College permanecerán disponibles para cada estudiante” bajo la nueva estructura institucional.
La transición fue implementada de manera silenciosa: los sitios web oficiales de los tres centros desaparecieron sin aviso público y ahora redirigen a una página genérica de la Office of Culture and Community, sin menciones explícitas a grupos definidos por género, orientación sexual o raza.
Alta Mauro, ex decana de inclusión y pertenencia, ahora dirige la nueva oficina como Associate Dean of Students for Culture and Community. El nuevo organismo también incluirá apoyos para veteranos, estudiantes de primera generación y religiosos, en un intento por consolidar recursos identitarios bajo una sola estructura.
La medida ha generado preocupación entre estudiantes y observadores académicos, quienes advierten que el cierre de oficinas específicas erosiona redes de apoyo vitales para colectivos históricamente marginados y diluye la presencia institucional de la diversidad.
Aunque Harvard asegura que el nuevo modelo busca fomentar una comunidad más inclusiva y transversal, críticos consideran que es una capitulación ante presiones políticas externas, mientras los límites de la autonomía universitaria y los valores del DEI quedan profundamente cuestionados.
Este cambio marca un giro institucional significativo y simbólico, reflejando la tensión entre defensa de la diversidad y condicionamientos federales en el contexto de la llamada segunda presidencia de Trump, en la cual se ha impulsado una ofensiva institucional contra el enfoque DEI