Chelsea remonta con autoridad y conquista la Conference League ante el Real Betis
Redacción | V+ Noticias
Athens, Grecia. La escuadra del Chelsea reclamó su primer título europeo desde la adquisición del club por parte de Todd Boehly y Clearlake Capital, imponiéndose con autoridad ante el Real Betis por 4-1 en la final de la UEFA Conference League.
El protagonista indiscutible fue Cole Palmer, cuyo desempeño resultó decisivo para sellar el triunfo del conjunto londinense.
El duelo, celebrado en un estadio teñido por la marea verde y blanca del equipo andaluz, transcurrió bajo un ambiente emocionalmente cargado tras dos jornadas previas de disturbios violentos en el centro de la ciudad.
Videos divulgados en redes sociales mostraron a las fuerzas del orden utilizando gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver enfrentamientos, lo que culminó con 28 arrestos y un aumento innecesario de la tensión antes del silbatazo inicial.
Aunque el marcador final sugiere una victoria cómoda para los ingleses, el comienzo del encuentro fue complejo para los dirigidos por Enzo Maresca. El Betis tomó la delantera a los nueve minutos tras un grave error de Malo Gusto en la salida, que permitió a Isco ejecutar un pase engañoso a Abde Ezzalzouli, quien apareció libre por la izquierda y venció con un disparo raso al arquero Filip Jörgensen.
Te sugerimos: Manchester United cae ante Asean All-Stars, el combinado improvisado
En esa primera mitad, Chelsea mostró desorganización táctica, toques imprecisos y un desempeño errático en defensa, donde Benoît Badiashile y Trevoh Chalobah fueron incapaces de contener los avances rivales.
Isco, cinco veces campeón de Europa con el Real Madrid, fue el eje del juego bético y deleitó con su técnica refinada. El equipo de Manuel Pellegrini —quien buscaba su primer cetro continental a los 71 años— se adueñó del ritmo del partido.
Marc Bartra probó de larga distancia a Jörgensen, mientras que Badiashile debió intervenir para bloquear un disparo de Johnny Cardoso. La impotencia de Maresca, discípulo del propio Pellegrini, se hizo evidente en la zona técnica, al ver cómo su plantel era abucheado al término del primer tiempo.
El técnico italiano enmendó su planteamiento durante el entretiempo al sustituir a Gusto por Reece James, el capitán, quien aportó estabilidad y orden; no obstante, Pedro Neto seguía frustrado en el costado derecho, Noni Madueke permanecía apagado y Nicolás Jackson carecía de abastecimiento ofensivo.
La lesión de Ezzalzouli marcó un punto de inflexión. Chelsea comenzó a imponer su potencia y dinamismo. Enzo Fernández y Moisés Caicedo se adueñaron del mediocampo y el influjo de Palmer creció paulatinamente. La jugada del empate llegó cuando Palmer, desde el flanco derecho, recortó y lanzó un centro preciso que Enzo Fernández cabeceó al fondo de las redes, superando la marca de Bartra.
Además: ¡Leyenda! Serena Williams recibe el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2025
A partir de ahí, Chelsea avasalló. En el minuto 70, Palmer burló con destreza a Jesús Rodríguez, ingresado desde el banquillo, y ejecutó un centro potente que Jackson controló con el pecho antes de vencer a Adrián.
El equipo londinense, que jamás había ganado este torneo continental, consolidó la goleada en el tramo final. Kiernan Dewsbury-Hall rompió líneas con su conducción y asistió a Jadon Sancho, quien disparó con efecto para ampliar la ventaja. En tiempo añadido, Caicedo sentenció con un disparo desde 20 metros.
Aunque la presencia del Chelsea en la Conference League parecía disonante, dado que su plantilla fue confeccionada con una inversión superior a los mil millones de libras, el título llenó un vacío en sus vitrinas europeas.
El resultado no sorprendió, pero no por ello dejó de ser gratificante para el cuadro inglés, que había asegurado recientemente su regreso a la Liga de Campeones tras vencer al Nottingham Forest.
Maresca saboreó una dulce victoria al arrebatarle a su mentor Pellegrini una oportunidad histórica. La hinchada bética, ilusionada con una narrativa romántica en su primera final continental, chocó con la cruda realidad económica y competitiva que separa a los contendientes.
Te puede interesar: PETA ilumina Vaticano contra corridas