Absuelven a Sam Kerr por llamar “estúpido blanco” a policía, tras vomitar en la calle
Redacción | V+ Noticias
Londres, Reino Unido. La futbolista Sam Kerr, capitana de la selección australiana y estrella del Chelsea, fue declarada no culpable de acoso racial agravado por un tribunal británico, tras un juicio de seis días que analizó un incidente con un agente policial en enero de 2023.
El veredicto unánime del jurado, emitido tras cuatro horas de deliberación, zanjó un caso que generó debates sobre libertad de expresión y tensión racial en el Reino Unido.
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“Estúpido y blanco”
El caso surgió luego de que Kerr, de origen indígena australiano, llamara “estúpido y blanco” al agente Stephen Lovell durante una discusión en la comisaría de Twickenham.
La jugadora y su pareja, Kristie Mewis, alegaron que un taxista las “tomó como rehenes” tras una disputa por el pago de una limpieza, tras lo cual el conductor las llevó a la estación policial.
En grabaciones corporativas presentadas como prueba, Kerr afirma: “Nos tratas diferente por el color de nuestra piel”, mientras Lovell cuestionaba su relato: “¿Un taxista que iba a violarlas las llevaría a una comisaría? No”. La futbolista replicó: “Son unos blancos privilegiados”.
El jurado determinó que, pese al lenguaje utilizado, no hubo intención de causar daño racial. Kerr, quien enfrentaba hasta dos años de cárcel, mostró un gesto de aprobación a su abogada Grace Forbes al escuchar el fallo.
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“No quise insultar a nadie”
En un comunicado, Kerr expresó: “Estoy agradecida por el veredicto y puedo cerrar este capítulo. Siempre mantuve que no quise insultar a nadie”. Aunque se disculpó por sus palabras, subrayó que surgieron en un contexto de “trauma y frustración”.
El juez Peter Lodder señaló que la conducta de Kerr “contribuyó a la acusación”, pero respetó la decisión del jurado. La defensa anunció que no reclamará costas judiciales, pese a la recomendación del magistrado.
El caso reveló inconsistencias en el proceso: la Fiscalía inicialmente desestimó cargos por falta de pruebas, pero revirtió su postura tras un segundo testimonio de Lovell en diciembre de 2023, donde alegó sentirse “humillado”. Su declaración inicial no mencionaba impacto emocional.
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Entre vómitos y racismo
La noche del 30 de enero de 2023, Kerr y Mewis tomaron un taxi en Londres. Tras vomitar por la ventana, se negaron a pagar la limpieza. El conductor las encerró, aceleró y realizó maniobras bruscas, según su relato. Mewis rompió una ventana con una patada, y Kerr llamó al 911 gritando: “¡No nos deja salir!”.
En la comisaría, Kerr acusó a los agentes de “dudar de su relato por prejuicios raciales”. Lovell le espetó: “Cálmate, señorita”, lo que ella interpretó como un trato condescendiente. Las grabaciones muestran a Kerr repitiendo: “Son estúpidos y blancos”, antes de añadir: “Los miro a los ojos: Son unos malditos estúpidos”.
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