Avril expone acoso sexual en autobús ADO de camino a Xalapa, Veracruz

Redacción | V+ Noticias

Xalapa, Veracruz. El sábado 29 de marzo de 2025, Avril Díaz viajaba en un autobús ADO de Veracruz a Xalapa, con escala en Cardel, cuando sufrió acoso sexual por parte de un pasajero identificado como Edgar.

En su relato publicado en redes sociales, detalló: “Yo no suelo publicar cosas, y no creí que esto me pasaría a mí, no en esta ocasión. Tampoco sabía si debía publicarlo o no, pero la vergüenza debe cambiar de bando”.

El incidente inició cuando Edgar se sentó en el asiento 6 (pasillo), junto al de Avril (5, ventana). “Me dio las buenas tardes, le contesté y me puse mis audífonos –como suelo hacer habitualmente–. Me puse a ver una película”, narró.

Tras preguntarle sobre la película, Edgar preguntó si le molestaba que viera la película con ella, a lo que Avril accedió.

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De la incomodidad al terror

Avril describió cómo la situación escaló. “A los pocos minutos noté que movía su pierna de forma irregular, intentando subirla a la mía. Quise pensar que se estaba acomodando, así que no dije nada. Después comenzó a pasar su mano encima de sus partes íntimas; de nuevo, quise pensar que se estaba acomodando, pero comencé a sentir miedo cuando no dejó de hacerlo”.

Al aproximarse a Cardel, Avril recuperó su audífono. Edgar respondió: “Sí, una disculpa”, pero persistió en sus actos. “Me armé de valor y le pedí que, por favor, dejara de tocar sus partes. Me miró claramente molesto y asintió, quitando su mano, aunque poco después siguió con sus acciones”, relató.

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¿Qué hizo ADO al respecto?

Al bajar en Cardel, Avril alertó al conductor, quien confrontó a Edgar; sin embargo, según el empleado. “Lamentablemente, no lo podían bajar, pues no teníamos como tal una prueba ni lo habían agarrado a media acción”.

La solución ofrecida fue cambiarla de asiento, pese a que Avril solicitó apoyo para expulsarlo. “Estaba temblando y no podía dejar de llorar. Solo quería llegar a casa”, confesó.

Posteriormente, usó el servicio “hola ADO”, recibiendo esta respuesta. “Solamente me notificaron que se había emitido la queja y que no podían hacer más al respecto”. Ante el hecho, criticó la falta de protocolos. “No me dieron ninguna sensación de estar viajando segura”.

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Agresor evade identificación

En la terminal de Xalapa, Edgar fue “el último en bajar, y porque el conductor lo fue a sacar”. Avril intentó fotografiarlo, lo que logró, pero sin mucha nitidez, pues confesó que “estaba demasiado nerviosa” y le temblaban las manos.

“Ni siquiera enseñó la cara y se la cubrió con su gorra”. Su descripción física incluye “playera azul, jeans claros, gorra negra” y una mochila gris.

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Contra la cultura del silencio

Luego de la traumática experiencia, Avril hizo un llamado a los lectores de su publicación en Facebook para cuidarse uno mismo y criticar la inacción de la empresa de transportación.

“Por favor, tengan cuidado. No hablen con extraños, aunque piensen que se van a ver groseros […] Espero que alguien lo reconozca, y adviertan sobre el tipo de persona que es (…) Me hubiese gustado recibir más apoyo por parte de la empresa”.

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