Ritual Satánico en Catemaco: Seguidores renuevan lealtad al Diablo en misa negra
Redacción | V+ Noticias
Catemaco, Veracruz. En las primeras horas del viernes 7 de marzo, adoradores del Diablo congregados en Catemaco, reconocido por su arraigo en prácticas de brujería y chamanismo, refrendaron su devoción al Rey de las tinieblas” durante la decimotercera edición de la Misa Negra.
El evento, liderado por el brujo mayor Enrique Marthén Berdón y la recién nombrada bruja mayor Reyna Isabel Martínez Méndez, incluyó juramentos de lealtad eterna, sacrificios rituales y invocaciones en el Museo y Centro Ceremonial El Ahijado.
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Culto internacional
Bajo un altar decorado con una cruz invertida y siluetas demoníacas, los participantes —provenientes de México, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos— repitieron en coro “¡Salve Lucifer!”, agradeciendo “el regalo del libre albedrío”.
Marthén Berdón consagró un vino como emblema de “euforia, alegría y felicidad”, mientras un viento repentino sacudió los árboles, interpretado como una manifestación sobrenatural.
La lectura del Libro de Ezequiel, que relata la caída de Lucifer como “querubín protector”, reforzó el tono teológico del ritual.
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Sacrificios rituales
Quince nuevos adeptos se unieron al culto, sellando su pacto con el sacrificio de tres machos cabríos —dos adultos y una cría—, cuyas vidas fueron arrebatadas con una daga consagrada.
Los alaridos de los animales precedieron a un silencio “solemne”, seguido de una procesión con sus cabezas y la aplicación de sangre en rostros y cuellos. Marthén Berdón elevó una serpiente viva, símbolo de “astucia e inteligencia” atribuidas a Satanás, según el Brujo mayor.
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Elementos esotéricos
El ritual, iniciado a las 0:27 horas con sonidos de caracoles y tambores prehispánicos, se desarrolló en un escenario iluminado por luces rojas y veladoras.
Danzantes ataviados como criaturas infernales avanzaron entre pasillos alumbrados por antorchas, mientras el aroma a incienso y los cantos de grillos y gallos intensificaron la atmósfera tenebrosa.
Los asistentes, vestidos de negro, solicitaron al ángel caido “salud, dinero, sabiduría y amor” frente a un pentagrama con veladoras, emblema de “fuerza y progreso”, de acuerdo con su creencia.
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Se cierran las puertas del infierno
La ceremonia concluyó cerca de las 4:00 horas con la quema de una estrella de cinco picos invertida, acción que, según los creyentes, cerró los portales abiertos durante el primer viernes de marzo.
Un espectáculo pirotécnico y la aparición de un alacrán, que deambuló entre los presentes, cerró el encuentro, un símbolo de acechanza del maligno contra el ser humano.
Con información de Diario de Xalapa
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