El FBI frustró un complot de Irán para asesinar a Trump
■ El FBI frustró una operación iraní que buscaba asesinar a Donald Trump
■ El Departamento de Justicia presenta cargos criminales en Irán por un plan de asesinato a sueldo contra Donald Trump
Redacción | V+ Noticias
Washington. El Departamento de Justicia reveló el viernes un complot iraní para asesinar a Donald Trump, acusando a un hombre que dijo que un funcionario del gobierno le había encomendado antes de las elecciones de esta semana la tarea de planificar el asesinato del presidente electo republicano.
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— Megan Fee (@meganfeetv) November 8, 2024
Los investigadores fueron informados del plan para matar a Trump por Farhad Shakeri, un presunto agente del gobierno iraní que pasó un tiempo en cárceles estadounidenses por robo y que, según las autoridades, mantiene una red de asociados criminales reclutados por Teherán para conspiraciones de vigilancia y asesinato a sueldo.
Shakeri dijo al FBI que un contacto de la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán le dio instrucciones en septiembre pasado de dejar de lado otro trabajo que estaba haciendo y armar un plan dentro de siete días para vigilar y finalmente matar a Trump, según una denuncia penal revelada en un tribunal federal en Manhattan.
Shakeri citó al funcionario diciendo que “ya hemos gastado mucho dinero” y que “el dinero no es un problema”. Shakeri dijo a los investigadores que el funcionario le dijo que si no podía elaborar un plan dentro del plazo de siete días, entonces el complot se detendría hasta después de las elecciones porque el funcionario asumió que Trump perdería y que sería más fácil matarlo entonces, según la denuncia.
Shakeri se encuentra prófugo y permanece en Irán. Otros dos hombres fueron arrestados bajo la acusación de haberlos reclutado para seguir y matar a la destacada periodista iraní-estadounidense Masih Alinejad, quien ha sufrido múltiples intentos de asesinato por encargo frustrados por las fuerzas del orden.
“Estoy muy conmocionada”, dijo Alinejad por teléfono a The Associated Press desde Berlín, donde se disponía a asistir a una ceremonia para conmemorar el aniversario de la caída del muro. “Este es el tercer intento contra mí y eso es impactante”.
En una publicación en la plataforma de redes sociales X, dijo: “Vine a Estados Unidos para ejercer mi derecho a la libertad de expresión amparado por la Primera Enmienda. No quiero morir. Quiero luchar contra la tiranía y merezco estar a salvo. Agradezco a las fuerzas del orden por protegerme, pero insto al gobierno de Estados Unidos a proteger la seguridad nacional de Estados Unidos”.
Los abogados de los otros dos acusados, identificados como Jonathan Loadholt y Carlisle Rivera, no respondieron de inmediato a los mensajes que se les enviaban para solicitarles comentarios. La Misión de Irán ante la ONU se negó a hacer comentarios.
Shakeri, un ciudadano afgano que emigró a Estados Unidos cuando era niño pero que luego fue deportado tras pasar 14 años en prisión por robo, también dijo a los investigadores que su contacto en la Guardia Revolucionaria le había encomendado planear el asesinato de dos judíos estadounidenses que vivían en Nueva York y de turistas israelíes en Sri Lanka. Las autoridades dicen que coincidió con Rivera mientras estuvo en prisión, así como con un cómplice no identificado.
La denuncia penal dice que Shakeri reveló algunos de los detalles de las supuestas conspiraciones en una serie de entrevistas telefónicas grabadas con agentes del FBI mientras se encontraba en Irán. El motivo declarado de su cooperación, dijo a los investigadores, era tratar de conseguir una reducción de la pena de prisión para un cómplice que se encontraba tras las rejas en Estados Unidos.
Según la denuncia, aunque los funcionarios determinaron que parte de la información que proporcionó era falsa, se determinó que sus declaraciones sobre un complot para matar a Trump y la disposición de Irán a pagar grandes sumas de dinero eran exactas.
El complot, anunciado por el Departamento de Justicia apenas unos días después de que Trump derrotara a la demócrata Kamala Harris, forma parte de lo que los funcionarios federales han descrito como esfuerzos continuos de Irán para atacar a funcionarios del gobierno estadounidense, incluido Trump, en territorio estadounidense. El verano pasado, por ejemplo, el Departamento de Justicia acusó a un hombre paquistaní con vínculos con Irán de un complot de asesinato a sueldo contra funcionarios estadounidenses.
“Hay pocos actores en el mundo que representen una amenaza tan grave para la seguridad nacional de Estados Unidos como Irán”, dijo el viernes el fiscal general Merrick Garland en un comunicado. El director del FBI, Christopher Wray, dijo que el caso muestra los “continuos y descarados intentos de Irán de atacar a ciudadanos estadounidenses”, incluido Trump, “otros líderes gubernamentales y disidentes que critican al régimen de Teherán”.
Los agentes iraníes también llevaron a cabo una operación de piratería y filtración de correos electrónicos pertenecientes a asociados de la campaña de Trump en lo que los funcionarios han evaluado como un esfuerzo por interferir en la elección presidencial y dañar la campaña de Trump.
Los funcionarios de inteligencia han dicho que Irán se opuso a la reelección de Trump, ya que lo consideran más propenso a aumentar la tensión entre Washington y Teherán. La administración de Trump puso fin a un acuerdo nuclear con Irán , volvió a imponer sanciones y ordenó el asesinato del general iraní Qassem Soleimani , un acto que llevó a los líderes de Irán a jurar venganza .
El portavoz de Trump, Steven Cheung, dijo que el presidente electo estaba al tanto del complot de asesinato y que nada lo disuadirá “de regresar a la Casa Blanca y restaurar la paz en todo el mundo”. AP
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