Normalistas prenden fuego al recinto del Poder Ejecutivo en Guerrero
Redacción | V+ Noticias
Chilpancingo. Manifestantes en el sur de México incendiaron el lunes el edificio del gobierno estatal y quemaron al menos una docena de automóviles en el estacionamiento.
Las protestas ocurrieron en la ciudad de Chilpancingo, asolada por la violencia, capital del estado de Guerrero, en la costa del Pacífico.
El esplendor de Guerrero, eclipsado por la ingobernabilidad. Así hoy el Palacio de Gobierno del Estado, en Chilpancingo #JLMNoticias #Guerrero #Ayotzinapa pic.twitter.com/HDvZlg35YM
— José Luis Morales (@JLMNoticias) April 8, 2024
Los manifestantes exigen respuestas en el caso de 43 estudiantes de una escuela normal rural que desaparecieron en 2014. Otro estudiante de esa universidad murió en un enfrentamiento con la policía en marzo.
El gobierno del estado de Guerrero dijo en un comunicado que “lamenta y condena los hechos violentos”. El gobierno señaló que el secretario del Interior del estado había dimitido tras el enfrentamiento de marzo con los estudiantes. Los policías involucrados están bajo investigación por la muerte.
Las imágenes de las protestas mostraron al menos una docena de vehículos envueltos en fuego y llamas saliendo de las ventanas del edificio de oficinas estatales, que está cerca de la carretera principal que va de Ciudad de México a Acapulco. El edificio que alberga la oficina del gobernador fue saqueado.
Los estudiantes de la escuela normal radical de Ayotzinapa, ubicada en las afueras de Chilpancingo, son conocidos por sus protestas violentas, que a menudo implican el secuestro de autobuses y camiones de reparto.
En marzo, manifestantes aliados con la universidad se apoderaron de una camioneta y la utilizaron para derribar las puertas de madera del Palacio Nacional de la Ciudad de México.
Derribaron las puertas y entraron al palacio de la época colonial, donde vive el presidente y celebra sus conferencias de prensa diarias, antes de que agentes de seguridad los expulsaran. El palacio es una estructura histórica que data del siglo XVIII y fue construido en el sitio del palacio de los emperadores aztecas.
La manifestación, como muchas otras a lo largo de los años, fue convocada para protestar por el secuestro y asesinato de 43 estudiantes hace una década. La desaparición masiva sigue siendo uno de los casos de derechos humanos más infames en México.
En 2014, un grupo de estudiantes fue atacado por policías municipales en la ciudad sureña de Iguala, Guerrero, quienes los entregaron a una banda narcotraficante local que aparentemente los mató y quemó sus cuerpos. Desde el ataque del 26 de septiembre, solo tres de sus restos han sido identificados.
Después de un encubrimiento inicial, el año pasado una comisión de la verdad del gobierno concluyó que las autoridades locales, estatales y federales se confabularon con la pandilla para asesinar a los estudiantes en lo que llamó un “crimen estatal”.
Las escuelas normales rurales radicales de México, que cuentan con fondos insuficientes, tienen una tradición de décadas de protestas violentas. De hecho, cuando fueron secuestrados, los propios estudiantes estaban secuestrando autobuses de pasajeros que iban a utilizar para viajar a otra protesta.
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