La nueva vida de la ‘Chapodiputada’
Staff | Agencia Reforma
Ciudad de México. Lucero Guadalupe Sánchez López, mejor conocida como la Chapodiputada, por sus vínculos con el narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán, presume su nueva vida en redes sociales.
Esta es su historia:
Su nueva vida
Lucero Sánchez López estuvo presa en Estados Unidos durante, al menos, tres años, entre 2017 y 2020, acusada de conspiración con el Cártel de Sinaloa para el tráfico de drogas y lavado de dinero durante el mismo periodo de tiempo en el que ocupó una curul en el Congreso de Sinaloa.
Luego de un tiempo fuera de los reflectores, la exdiputada panista ha reaparecido enredes sociales con una nueva apariencia y como dueña de su propia marca de productos de belleza.
“Excongresista, mamá. Sin duda, un ángel consentido de Dios», es como se presenta Sánchez López en su cuenta de TikTok, donde realizó su primera publicación en abril de 2022.
En una de sus publicaciones más recientes en esta red social, donde también aprovecha para promocionar su marca Loveliness LGSL, lamentó el fallecimiento de Consuelo Loera, madre de su antigua pareja, el pasado 10 de diciembre.
«Me uno a la pérdida irreparable de la familia Guzmán. D.E.P. Doña Consuelo Loera», escribió en el post que acompañó con una fotografía de la difunta madre de «El Chapo».
En Instagram incluso se jacta de haberle obsequiado al Chapo la camisa que utilizó durante su encuentro con el actor Sean Penn en 2016, y que, a pesar de su extravagancia, se puso de moda.
“Lo que es no saber, esa camisa tan famosa en el 2016 yo la compré en tan solo 600 pesos. Sin saber que se las aria tan famosas (sic)», posteó.
Entre el curul y el crimen
Lucero Sánchez nació en Cosalá, un pequeño municipio de Sinaloa, con poco menos de ocho mil habitantes, donde se coronó como reina del Carnaval.
Tenía 23 años cuando se convirtió en la diputada más joven de la entidad, apoyada por la coalición de PAN y PRD, en 2013. Pero su desempeño legislativo no fue precisamente su salto a la fama, sino la historia detrás de su sobrenombre: la Chapodiputada.
De acuerdo con versiones anónimas, la expanista trabajó desde muy joven en la Sierra Madre Occidental, donde preparaba tortillas a mano para sembradores de marihuana y amapola, y donde habría conocido al Chapo.
Su relación con el narcotraficante comenzó en febrero de 2011, cuando ella tenía 21 años, y pronto comenzó a involucrarse en el tráfico de marihuana. Dos años después, comenzó su carrera política.
El proceso electoral de Sánchez López fue histórico, pues, de pronto, una «desconocida» logró obtener la segunda votación más abultada en la historia de ese municipio.
El órgano electoral contabilizó cuatro mil 167 votos, casi mil votos más de los que obtuvo Mario López Valdez para ser gobernador en 2010.
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La visita a Almoloya
El momento que dejó al descubierto a la exdiputada ocurrió en 2014. Previo a la segunda fuga del Chapo, Sánchez logró reunirse con el narcotraficante en el penal de máxima seguridad del Altiplano, con ayuda de una identificación falsa y bajo el argumento de que era una persona de confianza del líder del Cártel de Sinaloa y la encargada de llevar sus negocios.
El momento de su entrada al penal fue documentado por las cámaras de seguridad del complejo, donde también quedó asentado que se encontraba embarazada. En 2016, la sinaloense perdió su inmunidad procesal por el uso de documentación falsa.
No obstante, la grabación del día que visitó al Chapo en la cárcel fue eliminada, por lo que fue puesta en libertad por falta de pruebas de su presunta relación con él, tras su detención en 2016.
La fuga de telenovela
Uno de los episodios dignos de una telenovela en la historia entre Sánchez y el Chapo se suscitó la madrugada del 17 de febrero de 2014, cuando escaparon juntos de elementos de la Marina a través de un túnel.
En 2019, durante el juicio contra el Chapo en Nueva York, y en presencia de la esposa de este, Emma Coronel, la exdiputada narró la historia de cómo huyó junto con el narcotraficante.
Guzmán, desnudo, corrió al baño e hizo una seña al resto de su familia para que lo acompañara. Abrió la tapa de la bañera que fungía como escotilla para revelar un conjunto de escaleras de madera que conducían a un túnel, señaló el diario The New York Times.
Mientras un equipo táctico de marines mexicanos utilizaba un ariete contra la puerta de su casa, él desapareció en la húmeda oscuridad con Sánchez a su lado, según el testimonio.
“Hasta hoy, todavía estoy confundida», confesó entre lágrimas al jurado. «Porque pensé que, en nuestra relación, estábamos involucrados de manera romántica, como socios».
Durante el testimonio de Sánchez también fueron proyectadas conversaciones telefónicas entre ella y el Chapo, que exhibieron su romance.
En uno de los mensajes, Sánchez le dijo a Guzmán que acababa de sellar docenas de kilos de su marihuana con una marca que incluía un corazón y el número cuatro, en referencia al cumpleaños del señor del crimen, el 4 de abril.
«El corazón significa que te amo«, escribió Sánchez. «Y el 4 significaba que bendigo el día que viniste a este mundo».
La esposa de Guzmán, Emma Coronel, estaba sentada en la sala del tribunal cuando se proyectó esta charla en una pantalla: El Chapo se negó a cruzar miradas con cualquiera de las dos mujeres.
La caída
La exlegisladora fue arrestada en 2017 cuando intentaba ingresar a Estados Unidos en la frontera con San Diego para solicitar asilo.
En ese momento no lo sabía, pero había sido objeto de una extensa investigación de escuchas telefónicas por parte de agentes federales estadounidenses, a través de la instalación de un software espía en su Black Berry, que luego fue entregada al FBI.
En octubre de 2019, Sánchez fue declarada culpable de los delitos de conspiración para el tráfico de cocaína, y aunque se habló de que podría enfrentar una condena de 10 años o hasta cadena perpetua, se encuentra libre, gozando de viajes, comidas y conciertos.
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