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Thursday 21st November 2024
México, con salud fiscal y sistema financiero robusto: Gabriel Yorio
By Redacción

México, con salud fiscal y sistema financiero robusto: Gabriel Yorio

Redacción | V más Noticias

Ciudad de México. Discurso del subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio González, durante su comparecencia en el Senado:

Buenos días a todas y a todos. Es un privilegio estar aquí hoy, frente a los miembros de la Comisión de Hacienda de esta soberanía. Agradezco la oportunidad de participar en este espacio de diálogo para analizar el Programa Económico 2024, y específicamente la iniciativa de la Ley de Ingresos del próximo periodo fiscal.

Desde mi participación en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, han surgido datos importantes. Los recientes datos del IGAE, publicados por el Inegi, reflejan una perspectiva optimista del crecimiento económico de México. Las cifras sugieren que podríamos alcanzar un crecimiento de 3.5 por ciento anual para este año, o quizá una cifra mayor.

Pero, como todos sabemos, vivimos en tiempos de incertidumbre global. Si bien el reciente escenario geopolítico ha introducido elementos de volatilidad, no nos encontramos ante un desafío del calibre de la crisis del Covid-19. Y aunque es cierto que el panorama internacional es complejo, nuestra lectura económica del Programa Económico 2024 se mantiene.

Gracias a nuestra gestión fiscal y financiera prudente, en estos últimos cinco años hemos cimentado una posición sólida y reconocida a nivel internacional. Nuestro país goza de salud fiscal y un sistema financiero robusto, reflejado en nuestra capacidad de mantener la deuda en niveles sostenibles, situando a México como uno de los países de América Latina con menor nivel de endeudamiento como porcentaje del PIB.

Además, hemos llevado a cabo decisiones estratégicas clave, como el refinanciamiento de deuda externa más grande realizado en el país, con un valor de 15 billones de dólares. La mejora en la estructura de nuestra deuda y centrarnos en fortalecer nuestra economía interna, hemos logrado que la deuda externa disminuya significativamente, de 21 a 16 por ciento en nuestro portafolio total de deuda, fortaleciendo así nuestra flexibilidad financiera y reduciendo la dependencia de mercados internacionales.

Este enfoque estratégico ha sido reconocido a nivel internacional, permitiéndonos estabilizar la calificación de la deuda de México en grado de inversión, lo que a su vez nos posiciona favorablemente en los mercados globales.

Quiero subrayar un punto crucial del Programa Económico 2024: estamos comprometidos en no introducir nuevos impuestos ni aumentos. Sin embargo, sí proponemos exenciones que beneficien directamente a comunidades indígenas y a guías turísticos, reafirmando nuestro compromiso con la equidad y el bienestar de nuestra sociedad.

Ahora bien, me gustaría detallar ahora los cálculos y consideraciones macroeconómicas realizadas por la Secretaría de Hacienda para formular el Programa Económico 2024.

Hablaré primero sobre la situación de la economía global y las finanzas públicas en 2023, basándome en los datos y acontecimientos más recientes. Luego, abordaré los elementos clave de la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación 2024.

A mediados de 2023, la economía mundial mostró un crecimiento positivo. Sin embargo, se anticipa una moderación del crecimiento global hacia finales de 2023 y 2024, aunque el crecimiento seguirá siendo positivo.

La economía de EU creció 2.7 por ciento en la primera mitad de 2023, con la creación de 260 mil nuevos empleos mensuales en promedio y una tasa de desempleo de 3.8 por ciento en septiembre, su nivel más bajo en 50 años.

Por su parte, los distintos sectores de la economía de los EU tuvieron resultados mixtos. Por ejemplo, la producción industrial aumentó un 0.3 por ciento en septiembre, y las manufacturas y autopartes un 0.4 por ciento. Sin embargo, la producción de electrónicos disminuyó en 0.3 por ciento.

Para 2024, se prevé un crecimiento de 1.8 por ciento en EU, una cifra ligeramente inferior a la proyectada previamente, debido a un menor impulso en la demanda agregada y las condiciones monetarias restrictivas. Sin embargo, se anticipa un sólido mercado laboral y una disminución en las presiones inflacionarias.

En cuanto a los precios del Brent y el WTI, la semana pasada tuvieron un aumento de 2.5 por ciento y un 1.2 por ciento, respectivamente, influenciados por el temor de que la campaña militar en el Alto Oriente se pueda convertir en una guerra regional.

Además, los inventarios de crudo en Cushing, Oklahoma, se ubicaron en su nivel más bajo desde octubre de 2014.

No obstante, hacia la baja contribuyó que, el 18 de octubre, EU levantó sus sanciones a la industria petrolera de Venezuela por un periodo de seis meses (hasta abril de 2024), autorizando la reanudación de las exportaciones de petróleo venezolano.

Por otro lado, la Zona Euro y China experimentaron resultados mixtos. En la Zona Euro, la economía creció apenas un 0.2 por ciento en la primera mitad del año, con una inflación que se mantuvo elevada, situándose en 4.3 por ciento en septiembre.

China superó las expectativas con un crecimiento del PIB de 1.3 por ciento y una expansión industrial de 1.2 por ciento en el tercer trimestre, a pesar de los desafíos en el sector inmobiliario.

En cuanto a la política monetaria, la Reserva Federal de EU elevó la tasa de referencia a 5.25-5.50 por ciento. Asimismo, el presidente de la FED, Jerome Powell, abrió la posibilidad de mantener tasas elevadas y no descartó otro incremento en noviembre. Esto provocó que los rendimientos de los bonos a 10 años aumentaron a 4.99 por ciento, y el S&P 500 cayera un 0.8 por ciento.

Por su parte, el Banco Central Europeo también aumentó la tasa de depósitos al 4.0 por ciento y la de refinanciamiento a 4.5 por ciento.

Los mercados emergentes experimentaron volatilidad, con el índice EMBI+ fluctuando, pero mejoraron gracias a la gestión de los riesgos financieros y a las perspectivas de crecimiento positivas.

Como les mencioné, a pesar de los desafíos señalados, la economía mundial mantendrá su crecimiento, aunque moderado, hacia finales de 2023 y en 2024.

En cuanto a la economía mexicana, en la primera mitad de 2023, experimentó un crecimiento económico notable. Como ya les mencioné, según los más recientes datos del IGAE, podríamos alcanzar un crecimiento económico de 3.5 por ciento anual.

Las ventas al por mayor y menor también aumentaron, aunque las ventas minoristas experimentaron una ligera disminución de 0.4 por ciento mensual en agosto. Asimismo, el consumo creció, marcando 13 trimestres consecutivos de incremento.

Por su parte, la inflación está en una trayectoria descendente, respaldada por un sistema financiero sólido y la confianza de los inversionistas, lo que refleja la estabilidad económica de México.

En el ámbito laboral, se generaron 1.9 millones de empleos adicionales en el primer semestre de 2023, reduciendo la tasa de desempleo a 2.8 por ciento. Además, los salarios reales aumentaron, beneficiando a la población trabajadora y fomentando el consumo privado. Por ejemplo, los salarios registrados ante el IMSS crecieron 4.7 por ciento en términos reales de enero a agosto de este año.

México amplió su comercio con Estados Unidos, con un déficit comercial de 75 billones de dólares y un aumento en las exportaciones. Paralelamente, la inversión extranjera directa alcanzó un récord de 29 billones de dólares, mostrando la confianza global en la economía mexicana.

La inflación promedio se situó en seis por ciento en los primeros ocho meses, con una tendencia a la baja esperada para acercarse más al objetivo de inflación, gracias a medidas fiscales y monetarias adecuadas.

El sistema financiero permaneció robusto, con un crecimiento real acumulado de tres por ciento en el crédito al sector privado no financiero hasta agosto, indicando una economía dinámica.

A pesar de la volatilidad global, el tipo de cambio mexicano se apreció un 11.5 por ciento en promedio durante esta administración y un 6.7 por ciento en 2023, evidenciando estabilidad macroeconómica y fortaleza financiera.

Esta apreciación no ha afectado la competitividad internacional de México. Al contrario, ha ayudado a aliviar las presiones inflacionarias de las importaciones, beneficiando la economía y el costo de vida.

Con base en datos de 2023, se espera que la economía mexicana crezca entre un 2.5 por ciento y un 3.5 por ciento para fin de año. La inflación podría estabilizarse alrededor de 4.5 por ciento, la tasa de interés de referencia se espera en 11.25 por ciento, el tipo de cambio podría cerrar en 17.3 pesos por dólar y se anticipa que el precio del petróleo se mantenga estable.

En cuanto a las finanzas públicas, aunque los ingresos petroleros disminuyeron en 2023, México logrará sus metas fiscales gracias a un aumento en los ingresos tributarios y no tributarios.

Hasta agosto, los ingresos tributarios crecieron un 7.7 por ciento en términos reales anuales, alcanzando cerca de tres billones de pesos, gracias a medidas de eficiencia y un buen rendimiento económico.

El ISR aumentó un 3.6 por ciento real anual hasta agosto, impulsado por la creación de empleos, aumento de salarios y crecimiento de utilidades empresariales.

A pesar de la reducción en los precios internacionales de combustibles, la recaudación del IEPS de combustibles ascendió a 116 mil millones de pesos de enero a julio.

Gracias a nuestra política de estímulos, evitamos aumentos significativos en los precios de los combustibles. Por ejemplo, el precio de la gasolina magna solo aumentó tres pesos desde finales de 2018. De no haber implementado esta política, los precios habrían incrementado 30 por ciento en términos reales en esta administración.

Aunque la recaudación del IVA estuvo por debajo de lo programado, se espera que los ingresos tributarios alcancen los 4.4 billones de pesos, o el 14 por ciento del PIB, para fin de año.

En cuanto a los ingresos petroleros, disminuyeron un 25 por ciento real anual hasta agosto debido a la caída en los precios del petróleo y la apreciación del peso. Sin embargo, los ingresos no tributarios aumentaron en 80 mil millones de pesos.

Por su parte, entidades como el IMSS y CFE superaron las expectativas de ingresos en 84 mil millones de pesos, debido al aumento del empleo y ventas de energía eléctrica.

El IMSS cuenta con una sólida posición financiera, con un aumento de 8.2 por ciento en sus ingresos hasta agosto, reflejando su capacidad para ofrecer servicios de salud de calidad.

Se espera que los ingresos del IMSS crezcan un 25 por ciento en términos reales al final de la administración, el mayor incremento comparado con administraciones anteriores.

Para fin de año, se anticipa que los ingresos totales del IMSS serán de 1.22 billones de pesos, con un gasto total de 1.18 billones, resultando en un excedente de 40 mil millones de pesos.

Se prevé que los ingresos no tributarios sean de 327 mil millones de pesos, y los de entidades aparte de Pemex cerca de un billón de pesos para fin de año.

En cuanto a la asignación del gasto público, se centró en el desarrollo social y la inversión física. Se asignaron 2.4 billones de pesos al desarrollo social, un siete por ciento más que en 2022.

Los programas sociales han tenido un impacto positivo en el bienestar de la población, evitando que cuatro millones de personas cayeran en la pobreza en 2022 y contribuyendo al desarrollo personal y comunitario.

La educación se benefició significativamente. Los beneficiarios de becas, por ejemplo, han dedicado más tiempo al estudio gracias al apoyo recibido. Esto no solo mejora sus oportunidades individuales, sino que también contribuye al aumento del capital humano del país.

Los beneficiarios de las becas Benito Juárez, por ejemplo, informaron un aumento de dos horas semanales de estudio y una reducción de 12 horas en el trabajo semanal.

Estos programas también han liberado tiempo para las mujeres, permitiendo una participación más activa en la sociedad.

Las beneficiarias del programa de apoyo para madres trabajadoras informaron una reducción de tres horas semanales en las tareas domésticas.

Paralelamente, la inversión en infraestructura aumentó un 3.7 por ciento hasta agosto, centrada en proyectos de conectividad que están impulsando el desarrollo regional y atrae inversiones.

En cuanto a las participaciones federales, en 2023, fueron las más altas en los últimos tres sexenios, con las entidades federativas recibiendo 1.6 billones de pesos hasta agosto, un 4.4 por ciento más que en 2022.

Para fin de año, se espera que las participaciones representen el 3.7 por ciento del PIB. Si bien se prevé que las participaciones se ubiquen por debajo de lo programado, ante la reducción de la recaudación federal participable, es importante mencionar que el Gobierno federal llevó a cabo una potenciación del FEIEF para proteger la disponibilidad de recursos de los estados y municipios.

En 2023, los resultados fiscales de México superaron las proyecciones. Se proyecta que el déficit presupuestario para 2023 sea de 3.3 por ciento del PIB. Excluyendo la inversión pública aprobada, se espera un superávit de 0.1 por ciento del PIB, cumpliendo la meta anual. Por su parte, el balance primario también se espera que sea de 0.1 por ciento del PIB, mejor que el déficit de 0.2 por ciento del PIB previsto inicialmente.

Los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) se proyectan en un déficit de 3.9 por ciento del PIB, mejor que el 4.0 por ciento previamente aprobado. Así, se espera que la deuda pública se sitúe en 46.5 por ciento del PIB, dos puntos porcentuales por debajo de lo proyectado.

Desde 2018, la deuda pública solo ha aumentado 2.8 puntos porcentuales, mostrando una administración fiscal prudente, en comparación con administraciones anteriores, que vieron incrementos promedio de 8.2 puntos en cinco años.

Nuestra estrategia de financiamiento también incorpora criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo (ASG), apuntando a un mercado que favorezca la sostenibilidad y el financiamiento accesible.

Se establecieron nuevas referencias en mercados internacionales siguiendo criterios ASG, atrayendo nuevos inversionistas y consolidando a México como un emisor prominente de deuda ASG con un total acumulado de 7.8 billones de dólares.

En el mercado local, se han emitido 121 bonos sostenibles y sociales, sumando 420 mil millones de pesos, reflejando nuestro compromiso con la sostenibilidad y el crecimiento económico responsable.

Durante esta administración, hemos sido prudentes en la gestión de créditos multilaterales, manteniendo el saldo de la deuda con organismos financieros internacionales en 30 mil millones de dólares, igual que en 2018.

Además, liberamos crédito adicional por seis billones de dólares, demostrando una gestión financiera responsable y proporcionando a la próxima administración la opción de acceso a financiamiento a tasas más bajas, si es necesario.

Ahora bien, pasaré a las proyecciones para 2024. Para 2024, se anticipa un ambiente de estabilidad macroeconómica en México, con una proyección de crecimiento del PIB entre 2.5 por ciento y 3.5 por ciento, impulsado por un robusto consumo privado y aumentos en las inversiones públicas y privadas.

Se espera que la tasa de interés cierre en 9.5 por ciento, con una inflación del 3.8 por ciento. El tipo de cambio podría situarse en 17.6 pesos por dólar, mientras que el precio de la mezcla mexicana del crudo de exportación se estima en 56.7 dólares por barril. Asimismo, la plataforma de producción de petróleo nacional podría ascender a 1.9 millones de barriles diarios.

Estas estimaciones se respaldan por la continuidad de las políticas públicas y reformas laborales implementadas, que han mejorado el acceso a la seguridad social, la vivienda y han incrementado los ingresos laborales.

Asimismo, se anticipa que los sectores de servicios, comercio, construcción y manufacturas verán una alta demanda de personal, favorecida por la mayor inclusión de mujeres en la fuerza laboral, especialmente aquellas altamente calificadas.

Por su parte, la relocalización de empresas y los estímulos fiscales en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec impulsarán el desarrollo en el sur de México.

Para el ejercicio fiscal 2024, los ingresos presupuestados ascienden a 7.3 billones de pesos, un incremento del 0.8 por ciento en términos reales respecto al cierre de 2023. A pesar de un menor precio del petróleo, los ingresos tributarios, incluyendo un aumento en el IEPS de combustibles, crecerán en 284 mil millones de pesos.

Por su parte, los ingresos petroleros serán menores en 133 mil millones de pesos, aunque se compensarán parcialmente por un aumento del 1.4 por ciento en la producción de hidrocarburos.

Para 2024, los ingresos tributarios están proyectados en 4.9 billones de pesos, un crecimiento real de seis por ciento respecto al cierre de 2023. Sin contar el IEPS de gasolinas, los ingresos serán de 4.5 billones de pesos, con el ISR y el IVA creciendo un tres por ciento y 2.6 por ciento, respectivamente, atribuido al crecimiento económico y medidas tributarias implementadas desde 2019.

Por su parte, los ingresos no tributarios se presupuestan en 262 mil millones de pesos, una reducción de 24 por ciento en términos reales respecto a la estimación de 2023, debido principalmente a que, se estima, habrá mayores ingresos excedentes con destino específico. Además, los ingresos de organismos y empresas, excluyendo Pemex, se mantendrán en niveles similares en términos reales a los aprobados en 2023.

Pemex tiene un superávit financiero proyectado de 145 mil millones de pesos, compensado por una aportación similar del Gobierno federal y un techo de gasto de servicios personales de 105 mil millones de pesos. Además, la carga fiscal de Pemex se reducirá y su costo financiero disminuirá en 4.7 millones de pesos, una caída del 7.6 por ciento en términos reales respecto a lo aprobado para 2023.

En 2024, el déficit en el balance del Gobierno Federal se proyecta en 1.9 billones de pesos, alineado con los RFSP y balances de las empresas productivas del estado y entidades bajo control presupuestario directo. Esto nos permitirá finalizar 2024 con un nivel deuda/PIB de 48.8 por ciento, posicionando a nuestro país como uno de los menos endeudados de América Latina.

En cuanto al gasto, el Programa Económico 2024 prevé un total de nueve billones de pesos, un aumento de 4.3 por ciento en términos reales respecto al nivel aprobado para 2023. De este total, 6.4 billones de pesos corresponden al gasto programable.

Es importante resaltar que el gasto propuesto está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, con un 84.0 por ciento de los programas presupuestarios vinculados a estos objetivos globales.

El Programa Económico 2024 tiene un componente social muy importante. El gasto en desarrollo social será de 4.4 billones de pesos, permitiendo fortalecer los programas sociales, con una notable inversión en la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores.

El foco en infraestructura económica prevé un gasto de 1.1 billones de pesos, con una atención especial a la inversión física.

En el contexto del federalismo fiscal, los recursos para finanzas públicas locales suman 2.5 billones de pesos, un aumento respecto a 2023, reafirmando el apoyo a los estados para satisfacer responsabilidades clave en educación, salud e infraestructura social.

Para finalizar, me gustaría reiterar que el Programa Económico 2024 es un reflejo de la prudencia en la gestión financiera que ha caracterizado al gobierno del presidente López Obrador, manteniendo un nivel de deuda estable y garantizando la estabilidad fiscal del país.

Agradezco la generosidad de su tiempo y estoy disponible para cualquier pregunta o aclaración. ¡Muchas gracias!

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  • 25 de octubre de 2023