Ante paro del Poder Judicial, AMLO afirma: ‘hasta salimos ganando’
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que el paro de labores del Poder Judicial, en protesta contra la extinción de fideicomisos, podría ser benéfico para la población.
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También reiteró que la eliminación de estos instrumentos no afectan a los trabajadores o, incluso, al presupuesto general de este poder.
«No pasa nada. La verdad, no exagero, hasta salimos ganando porque solo están ahí para liberar a delincuentes del crimen y delincuentes de cuello blanco. Es que no imparten justicia, son empleados de las minorías. Parece extremo lo que estoy planteando, pero no. Ellos solo imparten justicia a los poderosos», dijo.
El mandatario contrastó la reciente actuación del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar, quien en cuestión de días otorgó la suspensión contra la distribución de los libros de texto en Chihuahua y Coahuila, mientras que ha guardado desde diciembre el caso de una empresa que adeuda más de 25 mil millones por impago de impuestos desde hace años.
AMLO reta a ministros de la SCJN
Tras el anuncio de que la protesta de trabajadores del Poder Judicial se prolongará hasta el martes, cuando el Senado de la República discuta la extinción de fideicomisos aprobada en la Cámara de Diputados, el presidente retó a ministros de la SCJN a que marchen.
“Que marchen ellos, los ministros. Que defiendan sus privilegios, fuera máscaras”, aseguró.
Después de que el ministro en retiro José Ramón Cossío anunció que interpondrá un amparo para evitar la entrada en vigor de esta eliminación, el presidente lo acusó de ser «un protector de corruptos, es del grupo de Claudio X. González», promotor del opositor Frente Amplio por México.
López Obrador reiteró que los trabajadores del Poder Judicial están en su derecho al manifestarse y que su Gobierno no incurrirá en actos de represión en su contra.
No obstante, también repitió que están siendo manipulados por los ministros y otros altos funcionarios, así como catalogó como un «pecado social» la defensa de privilegios.