‘Boliche’, soplón del narco, expone a agentes veteranos de la DEA
Redacción | V más Noticias
Nueva York, Estados Unidos. Jorge Hernández, Boliche, se ha convertido en un elemento crucial en un escándalo que involucra a dos agentes veteranos de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) acusados de conspiración por soborno relacionado con la filtración de información sobre investigaciones de drogas en curso.
Hernández, un informante con veinte años de experiencia en el negocio de las drogas, ha sido señalado por su habilidad para la traición y la manipulación. A pesar de su oscuro historial, que incluye amenazas, mentiras y admitir tres asesinatos durante su etapa como traficante de cocaína, ha logrado sobrevivir y mantenerse en el negocio, incluso cooperando con la DEA.
El papel central de Hernández en este caso se ha vuelto esencial para arrojar luz sobre una serie de acusaciones de corrupción dentro de la DEA. Esta agencia ha enfrentado diversas controversias en los últimos años, con al menos 18 de sus agentes denunciados o sentenciados por diversos delitos, muchos de ellos implicados con relaciones cercanas inapropiadas con informantes.
Bolicheha sido un colaborador clave al proporcionar grabaciones secretas al FBI. Se espera que su testimonio sea fundamental en el juicio federal en Manhattan de Manny Recio y John Costanzo Jr., exsupervisores de la DEA. Este caso amenaza con evidenciar aún más la corrupción dentro de Agencia.
En medio de estas controversias, existe un círculo competitivo de litigantes defensores en Miami, a menudo denominados La barra de polvo blanco. Su enfoque no es tanto el aspecto legal, sino la lucha por conseguir que líderes narcotraficantes se conviertan en sus clientes, antes de que se formalicen las acusaciones, y negociar acuerdos de cooperación con el gobierno.
El caso actual se basa en una revisión de registros judiciales, algunos de los cuales nunca se habían hecho públicos, y en entrevistas con 12 funcionarios en activo y retirados con conocimiento de la carrera de Hernández como informante confidencial. Entre ellos, varios accedieron a hablar bajo anonimato debido a la delicadeza del asunto.
Los abogados de Recio y Costanzo han expresado su preocupación por el pasado criminal de Hernández, particularmente sus admisiones de homicidio antes de convertirse en informante. No obstante, los fiscales insisten en que Boliche es confiable y presentan registros bancarios y llamadas telefónicas intervenidas como evidencia que respalda su testimonio.
Ni la DEA ni el Departamento de Justicia han emitido comentarios sobre este caso, y Hernández no respondió a las solicitudes de la AP. Su historial delictivo comenzó en la década de 1990, cuando trabajaba en el contrabando de cocaína para las Autodefensas Unidas de Colombia. Tras huir a Venezuela en 2000, se convirtió en informante de la DEA.
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