Universalidad de programas sociales combate pobreza y brecha económica
A pesar de la pandemia de COVID-19 y el impacto que esta emergencia sanitaria tuvo en la economía mundial y nacional, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó que 8.9 millones de mexicanos salieron de la pobreza.
México pasó de tener 55.7 millones de pobres en 2020 a 46.8 millones en 2022, además de que la pobreza extrema se redujo de 8.5 por ciento a 7.1 por ciento, en el mismo periodo.
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De acuerdo con el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio González, las definiciones que se tomaron en esta administración, acerca de cómo se combatiría la pobreza en el país, establecieron metas claras de equidad, lo que derivó en la reducción de la brecha entre ricos y pobres.
“Se establecieron metas de igualdad o de equidad y al mismo tiempo de bienestar, que generó que los programas sociales dejaran de ser focalizados o etiquetados. Si lo comparamos con programas anteriores de otras administraciones, cuando un programa se encuentra focalizado o etiquetado se impone a las personas inflexibilidad para tomar decisiones, como permanecer en sus comunidades para recibir ahí el beneficio.
“Y realmente a veces esto los limita al momento de tomar ciertas decisiones que pueden ser en beneficio de su bienestar o de su desarrollo económico. Entonces la primera decisión fue no hacerlos etiquetados y que más bien fueran universales”, explicó Yorio.
La importancia de reducir la brecha económica
El subsecretario indicó que el efecto que se está observando al hacer los programas universales es que se están atacando otros problemas además de la pobreza, como las brechas sociales, para lograr construir un Estado de bienestar.
“El resultado que ha mostrado la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), publicada por el Inegi, es que no solo disminuyó la pobreza, sino que también el número de personas que se encuentran en pobreza extrema está bajando.
“Aunque todavía faltan las observaciones del año 2023 y 2024, todo indica que la tendencia seguirá a la baja. Lo más importante es que la equidad mejoró o, dicho en otros términos, la desigualdad disminuyó, lo que significa que hoy la brecha entre ricos y pobres se redujo”, mencionó.
Para Gabriel Yorio, lo más importante cuando se construye un Estado de bienestar es la universalidad de los programas, es decir, que cualquier ciudadano tenga acceso a ellos, lo que ha generado un “blindaje” para la población que usualmente tiene bajos ingresos y que es más vulnerable a cualquier situación que pueda afectar su bienestar.
“Por eso es que nos atrevemos a decir que si estos programas, en tan corto tiempo, lograron no solamente reducir la pobreza, sino mejorar la inequidad en México es posible, ahora, establecer la meta de ‘pobreza cero’ eso ya lo han hecho varios países en el mundo hace mucho tiempo se hizo un llamado inclusive a los organismo multilaterales a prácticamente eliminar la pobreza, que es uno de los grandes indicadores de la ONU.
“Si en México seguimos el enfoque que se ha implementado en esta administración es posible establecer esa meta y creo que además es mejor para nosotros ya tener esta meta expresada y tratar de realmente sacar a toda la población mexicana que está en pobreza de esta situación, además de brindar las condiciones para que no haya regreso a esta situación”, afirmó Yorio González.
El subsecretario de Hacienda y Crédito Público explicó que desde esta dependencia y otras áreas del Gobierno buscan no solo combatir la pobreza, sino que la población que sale de esta condición genere mayores ingresos.
“Actualmente se habla mucho de prosperidad compartida y eso es prácticamente que que tengamos menos desigualdad y que todos podamos crecer, generar riqueza y tener las oportunidades para poder hacerlo”, concluyó.